Lío a la vista. Al menos, polémica provisional. DeAndre Jordan llegó hace unos días a un acuerdo verbal con Dallas Mavericks para jugar en Texas las próximas 4 temporadas por 80 millones de dólares, pero ahora no está tan claro que vaya a firmar contrato alguno con los Mavs.
El que ha destapado el lío es Marc Stein, en ESPN. Stein asegura que Jordan vive en la duda. En principio, el jugador y sus agentes llegaron a un acuerdo verbal con Dallas con el fin de firmar un contrato a partir del 9 de abril.
Pues bien, durante estos días Jordan ha mantenido contactos con compañeros de Clippers y ha expresado sus dudas sobre la decisión de jugar en Mavericks. Ante ello, la escuadra angelina ha visto la puerta abierta para recuperar para su causa a un jugador esencial en defensa y en el rebote, y está dispuesta a poner toda la carne en el asador para que se quede.
Reunión masiva
Los Clippers están dispuestos a presionar al pívot para que se quede en sus filas. Tanto es así, que hoy está prevista una reunión en Houston, lugar donde se halla Jordan pasando unos días. Un encuentro en el que estaría, por parte del equipo californiano, una comitiva del más alto nivel formada por el propietario de la franquicia, Steve Ballmer, el entrenador, Doc Rivers, y los jugadores Chris Paul, J.J. Redick y Paul Pierce, recién llegado al equipo.
Mientras, Dallas está dispuesto también a reunirse con el jugador para presionarle y hacerle ver que ha de cumplir el compromiso verbal dado.
De todos modos, el diario Dallas Morning News informa de que los Mavericks están tranquilos porque piensan que el jugador cumplirá su palabra. Y es que no es nada normal que un jugador se eche atrás en la NBA tras llegar a un acuerdo verbal con un equipo.