Steve Ballmer, dueño de los Clippers, presentó ayer por todo lo alto la nueva imagen corporativa de la franquicia. Lo hizo aprovechando su presencia en el conocido show televisivo de Conan O’Brien. Los cambios, sin embargo, no han sido bien acogidos.
La elección de un estelar programa televisivo y otra serie de espectaculares acciones de marketing preparadas para la ocasión no parecen haber sido suficientes para convencer a los aficionados de las bondades del nuevo logo, que encontró un mayoritario rechazo en las redes sociales, rechazo que Ballmer achacó al habitual efecto de “resistencia al cambio” que sufre mucha gente al ver variar aquello a que están acostumbrados.
Lo cierto es que mientras algunos celebraban que el nuevo logo de los Clippers les separe definitivamente de los Lakers, algo que no ocurría con la anterior imagen corporativa del equipo, un buen número de aficionados no dudaron en calificar de “horrible” la nueva imagen, preguntándose si había sido diseñada con el denostado Microsoft Paint o si en Los Ángeles no había buenos diseñadores a los que recurrir.
No faltaron los que encontraron claras similitudes entre el nuevo logo de los Clippers y otros ya existentes. La propia cuenta en Twitter de EA Sports mostraba el parecido con la imagen de su conocida saga de videojuegos NBA Live, aunque luego borraron su mensaje, y otros hacían notar el parecido entre las letras dentro de un balón que representan ahora al conjunto californiano y las del logo de los Chicago Cubs de la liga de béisbol.
El caso es que el cambio está hecho y habrá que acostumbrarse a él. El tiempo dirá si acaba por ser aceptado o su vida como representación de los Clippers termina siendo efímera.