Golden State Warriors ha dado un golpe sobre la mesa al ganar por 21 puntos en Cleveland para empatar las Finales 2-2. Andre Iguodala y Draymond Green han emergido como jugadores esenciales de Warriors, especialmente Iguodala por su trabajo tanto ofensivo como sobre todo defensivo. Han estado acompañados por Stephen Curry y la mejora de Harrison Barnes.
Los californianos salieron de partida sin pívot y jugaron casi todo el partido sin un jugador de referencia bajo el aro, lo que facilitó la fluidez de su juego. Además, dominaron el marcador durante todo el encuentro.
Los locales terminaron fundidos, incluidos LeBron James y Matthew Dellavedova, héroes del anterior partido, volvieron a sufrir un mal día de J.R. Smith y lo fiaron todo a la superioridad física de Timofey Mozgov bajo el aro, pero sus 28 puntos de nada sirvieron.
Cleveland 82 Golden State 103 (2-2)
Tras tres partidos emocionantes, dos de ellos resueltos con prórroga, los Cavaliers cayeron a plomo sobre la más cruda realidad: su plantilla, debido a las lesiones, es mucho más corta que la de los Warriors y el potencial de los californianos ha de hacerse aún patente en las Finales, tal y como se empezó a entrever esta noche. El resultado fue una victoria cómoda de Golden State.
A los Cavs no les dio más el físico llegado el cuarto final. Y a los Warriors les surgieron jugadores como Andre Iguodala o los muy mejorados Draymond Green y Harrison Barnes. De hecho, los de Steve Kerr ganaron con un buen Stephen Curry, pero no súper, y con un discreto Klay Thompson.
Lo hicieron a partir de una gran defensa que dejó al rival en un 33% en el tiro de campo con un 14% desde el triple. Y a partir de jugar casi todo el partido con un equipo bajo, que otorgó más dinamismo a su ataque y que permitió defender mejor a LeBron James, excelente el papel como primer defensor de Iguodala, a costa de permitir canasta fáciles a Timofey Mozgov.
Ya el primer cuarto, pese al inicio caliente de Cleveland, mostró el camino que iban a seguir los de California. El cuarto acabó con 24-31 y con los Warriors sintiendo ya la buena noche de Iggy, colocando a David Lee por delante en la rotación de Andrew Bogut, el gran sacrificado, y terminando los primeros 12 minutos sin perder un solo balón.
En el segundo cuarto, los visitantes ampliaron su ventaja. No salió Bogut hasta jugados 19 minutos y lo hizo para desequilibrar en una acción a LeBron y mandarle al suelo, golpeándose con una cámara la estrella local, que se agrietó la cabeza pero siguió jugando. Los de Kerr se llegaron a poner 15 puntos arriba tras una canasta de Green y el cuarto finalizó con cestas de LeBron y Curry que dejaron el luminoso en un 42-54.
Para entonces, Mozgov ya era el máximo anotador local, Green era el mejor de los visitantes y entre Dellavedova, Iman Shumpert y J.R. Smith sumaban una serie de 3 de 16 en el tiro. Este trío acabó mal. Dellavedova llegó al cuarto final fundido, Smith hizo un partido impresentable y Shumpert defendió al menos a buen nivel, ya que en ataque también fracasó.
Lo mejor de Cleveland llegó en el tercer cuarto. Fue ahí donde surgió una reacción local, hasta tal punto llegó, que los Cavs se llegaron a poner a 3 puntos tras un alley-oop de Dellavedova y James (62-65). Mozgov estaba haciendo mucho daño, Dellavedova se había sobrevalorado hasta mostrar sus limitaciones en el uno contra uno al intentar jugar más allá de sus posibilidades y LeBron había mejorado. Al final del período, 70-76 con 21 puntos de Mozgov y 20 de LeBron, que no anotaría ya más en el partido quedándose a 0 en el cuarto final.
El inicio del cuarto final fue clave. Los Warriors se escaparon definitivamente y a partir de ahí todo fue coser y cantar. No importó que Green cometiera su quinta falta a 7 minutos del final, ni que Klay Thompson siguiera sin despertar. Los visitantes ganaron con facilidad teniendo a Iguodala como gran líder y a Curry como hombre digno de fiar en la recta final. Todo ello para un triunfo con 22 puntos y 8 rebotes de Iguodala, otros 22 tantos de Curry y 17 con 7 rebotes y 6 asistencias de Green.
Importante la ayuda de jugadores como Harrison Barnes, Shaun Livingston o David Lee.
Los Cavaliers solo anotaron 12 puntos en el cuarto final, fundidos como estaban. LeBron se quedó en blanco terminando con 20 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, pero un 7 de 22 en el tiro. El mejor de su equipo fue Mozgov con 28 puntos y 10 rebotes. Además, doble doble de Tristan Thompson. Y la suplencia, un desastre.