El ala-pívot de Cleveland Cavaliers Kevin Love asestó ayer lo que parece un duro golpe a la rumorología de los últimos meses. Tras mucho tiempo hablando de su posible salida del equipo este verano, tiene una opción de jugador, Love ha confirmado que no piensa moverse.
Desde su llegada a los Cavs, han sido varios los medios que han estado repitiendo la idea de que Love no estaba contento con su papel secundario en el equipo de Cleveland y que el jugador ejercería este verano su opción para dar por terminado su contrato y convertirse en agente libre, con los Boston Celtics o Los Angeles Lakers entre los equipos que aspiraban a hacerse con sus servicios.
Pero Love ha sido claro cuando le han preguntado si tenía dudas acerca de su continuidad con los Cavaliers. “No”, respondía ayer Love a la prensa, “la verdad es que ni siquiera he pensado sobre ello, pero, como he dicho, espero estar vestido de corto en el primer partido del próximo año”. “¿Con los Cavs?”, insistía algún periodista aún no muy convencido. “Sí señor”, zanjaba categórico Love.
La primera temporada de Love en Cleveland no ha sido todo lo satisfactoria que desearía el jugador, él mismo reconocía ayer que ha sido dura desde el punto de vista individual, y ha terminado además de la peor forma posible, con una lesión que le mantendrá entre 4 y 6 meses fuera de las pistas y sin poder estar con sus compañeros en las Finales de la NBA que les enfrentarán a los Warriors.
Aun así, Love quiere seguir formando de lo que considera un equipo ganador y, de paso, agotar su actual contrato para poder firmar uno nuevo el próximo verano con los nuevos y elevados límites salariales resultantes de la entrada en vigor de los nuevos contratos televisivos puestos sobre la mesa.