Los Warriors siguen a todo trapo. Tras una temporada con 67 victorias, el equipo suma ya 79 para alcanzar sus primeras Finales de la NBA desde hace exactamente 40 años. El equipo del área de San Francisco ya es campeón de la Conferencia Oeste.
Victoria por 14 puntos en el quinto para imponerse a Houston por 4-1 tras sufrir un nuevo sobresalto: el rodillazo que sufrió en la cabeza Klay Thompson. El propio Thompson, Stephen Curry y un gran Harrison Barnes lideraron la ofensiva, mientras que Draymond Green y Andrew Bogut aseguraron el rebote. La victoria no fue demasiado complicada.
Entre otras cosas, por la horrible noche vivida por James Harden, que batió un récord histórico de la NBA: el de balones perdidos en un partido de playoff. Fueron nada menos que 13.
Golden State 104 Houston 90 (4-1)
Ambientazo de gala en el Oracle Arena con Stephen Curry calentando en la banda poco antes del inicio y arranque espantoso de este quinto partido con unos primeros 12 minutos en los que el baloncesto brilló por su ausencia. Basten los números. Los Warriors terminaron con un 22,2% en el tiro de campo y un 12,5% en el triple y 33,3% y 20% para Houston con 7 pérdidas de balón. El horror.
Eso sí, Dwight Howard había hecho daño en la pintura a los locales, pero a nivel colectivo, el rebote fue local con 8 capturas ofensivas para Warriors.
Warriors recuperó su esencia ofensiva en el segundo cuarto, pasando de anotar 17 puntos a sumar 35. Fue otra historia. El equipo de Steve Kerr empezó a parecerse a su versión más ágil y efectiva para irse con 6 puntos de ventaja al descanso: 52-46.
El rebote seguía siendo una herida abierta para Rockets (14 a 13 en su canasta) y James Harden continuaba a lo suyo, que era perder balones: ¡8 al descanso!.
Golden State tenía muy claro el camino y no perdería ya su ventaja en el marcador hasta el final. Con altos y bajos dominó. Harden empataba ya la peor marca de siempre en playoffs de balones perdidos al final del tercer acto y Howard no era suficiente para sostener a un equipo que aún aguantaba en el marcador: 74-68 al final del cuarto con Thompson y Curry al frente.
Fue en el cuarto final cuando Warriors puso la directa con un 85-72 en los primeros minutos. Antes de eso, golpe tremendo en la cabeza con Klay Thompson KO por el suelo y camino de los vestuarios. Después, unos Rockets que no fueron espejo de un 'fair play' ejemplar. Bloqueo impresentable de Howard a Andre Iguodala, golpe bajo de Jason Terry al propio Iggy... y partido que fue languideciendo en manos de los Warriors con el público viviendo una noche tremendamente feliz.
Golden State venció con 26 puntos, 8 rebotes y 5 robos de Curry, que se fue del choque con un 7 de 21 en el tiro, 24 puntos y 7 rebotes de Harrison Barnes y 20 de Klay Thompson en solo 22 minutos con 4 triples. Dominio del rebote de Andrew Bogut y Draymond Green (27 rebotes entre los dos) con Bogut jugando solo 19 minutos y Green haciendo un 3 de 15 en el tiro. Muy buen rendimiento de Festus Ezeli.
Houston, que notó durante los playoffs las bajas de Patrick Beverley y Donatas Motiejunas, tuvo a Howard como mejor hombre con 18 puntos, 16 rebotes y 4 tapones. Además, 16 tantos de Jason Terry y Corey Brewer y 15 tantos con 6 rebotes y 4 asistencias de Ariza. Pablo Prigioni jugó 7 minutos y Harden acabó con 14 puntos, 2 de 11 en el tiro y 13 pérdidas de balón. No fue un final justo para su gigantesca temporada.