Blake Griffin hizo un gran primer cuarto, completó un notable partido, pero su momento estelar, coincidiendo con el de su equipo, llegó en el tercer cuarto con una canasta absolutamente increíble.
Griffin corre la pista, se planta en la zona a la carrera y en pleno movimiento se eleva en el aire, gira y anota contra tablero de espaldas al aro. Impresionante cesta para poner 86-68 el marcador, un +18 a favor de Clippers jugándose el tercer cuarto.
Eso sí, al final, remontada de Houston para forzar el séptimo partido cuando estaban los texanos prácticamente eliminados.