Nos quedamos sin palabras. Sin duda, una de las más bellas eliminatorias que uno recuerda en muchos años. Simplemente espectacular. La serie llegó al séptimo partido y se resolvió con una canasta de Chris Paul anotada a 1 segundo del final: 111-109 y 4-3. Los vigentes campeones están fuera.
Esa canasta ganadora de Paul y su épica particular al jugar todo el partido arrastrando un problema muscular hizo del base el gran héroe del partido, ¡pero no hay que olvidar que Blake Griffin se marcó un enorme triple-doble con 24 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias!. En los Spurs, el mejor fue ese joven de 39 años llamado Tim Duncan.
L.A. Clippers 111 San Antonio 109 (4-3)
Se jugaba el primer cuarto cuando Chris Paul se echó la mano a los isquiotibiales de la pierna izquierda y de inmediato enfiló el camino de los vestuarios. El Staples Center contuvo el aliento. Los decibelios procedentes de la grada se redujeron drásticamente. A la afición local se le encogió el corazón. Pocos podían augurar, que Paul terminaría siendo el héroe épico de una victoria increíble ante los vigentes campeones. Porque Paul terminó decidiendo el partido y la eliminatoria.
Ha sido ésta, sin duda, una de las series más bellas que se recuerdan. Impredecible, con el factor cancha haciéndose añicos un día sí y otro también, con los pronosticadores atónitos, con dos equipos grandes entregados sin tregua al baloncesto. Y el final fue el perfecto colofón a tal fiesta del baloncesto.
Al descanso se había llegado con un 57-55 tras un triple final de Boris Diaw y al final de tercer cuarto con un 79-78 tras un épico triple a una pierna desde su casa y contra el tablero de Chris Paul, que seguía renqueante. Ese triple de Paul pudo entenderse después, visto el final, como un importante augurio de lo que vendría después.
Ya en el último cuarto... 97-97 a 5 minutos del final, 105-105 a 2 minutos de la conclusión, 107-107 entrando en el minuto final. Apoteósica igualdad con baloncesto de las más alta enjundia. Y con ese empate a 107, pulsos firmes de dos estrellas anotando sus tiros libres. Chris Paul para poner el 109-107 a 13,3 segundos del final y Tim Duncan para colocar el 109-109 a 8,8 segundos. Quedaba lo ya definitivo.
Eso definitivo fue un canastón de Paul con 1 segundo por jugar, un canastón ganador que ya no tuvo respuesta por parte de San Antonio, que buscó un imposible final que no llegó.
Ganaban los Clippers con un 14 de 27 desde el triple y un gran aplomo final de equipo ya mayor, maduro, porque este equipo ya se ha hecho adulto, ya parece haber dejado atrás sus pecados de juventud. Victoria con 27 puntos de Paul, por el que nadie daba un duro tras su problema muscular, y triple-doble de Blake Griffin con 24 tantos, 13 rebotes y 10 pases de canasta. Además, buenas aportaciones anotadoras de Matt Barnes, Jamal Crawford y un J.J. Redick que despertó al final, y buena labor reboteadora de DeAndre Jordan.
En San Antonio, 27 puntos y 11 rebotes de Tim Duncan, 20 tantos de Tony Parker y 16 de un completo Danny Green. Kawhi Leonard firmó un doble doble sin brillar como otras veces y Boris Diaw lo hizo bien. Mientras, el argentino Manu Ginóbili firmó su mejor juego en el inicio del último cuarto. Acabó con 8 puntos y 7 asistencias en 18 minutos. Habrá que ver si es o no su último partido en la NBA. Todo puede pasar.