Se jugaba el inicio del último cuarto cuando Al Horford fue a por un rebote y terminó con el dedo meñique de su mano derecha dislocado, lo que obligó a que se retirara a los vestuarios a 10:50 del final.
Sin embargo, volvió después a la cancha. Antes de ello, en vestuarios le hicieron una prueba de rayos X que resultó negativa y le vendaron el dedo dañado. Regresó al juego a 5:52 del final y ya no fue el mismo.
Lo reconoció el propio Horford, que en la recta final del partido, con el dedo vendado, hizo un 1 de 6 en el tiro para terminar con 10 puntos y 10 rebotes. Horford reconoció que no le resultó cómodo jugar con un dedo de la mano de tiro vendado, una incomodidad que se trasladó a la cancha en forma de un bajo porcentaje de acierto en el lanzamiento. Aún así, su equipo ganó 99-92 a Brooklyn Nets en el primer partido de la serie.
Seguirá jugando
El jugador de Puerto Plata señaló su incomodidad en el juego una vez se dislocó el dedo en declaraciones al Atlanta Journal-Constitution, aunque aseguró que no cree que la lesión le vaya a impedir seguir jugando en la eliminatoria contra los neoyorquinos.
Eso sí, habrá que ver cómo limita la lesión a Horford en próximos partidos. Más aún cuando la otra gran referencia interior de Atlanta, Paul Millsap, viene de una lesión en un hombro de la que aún no está totalmente recuperado, tal y como se vio ayer.