Jason Kidd ha hecho historia con Milwaukee Bucks y el equipo de Wisconsin ha dejado atónitos a propios y extraños con su metamorfosis salvaje de un año para otro.
Los Bucks han pasado de ser el peor equipo en la NBA en la temporada 2013-2014 tras sumar 15 victorias y 67 derrotas a clasificarse para los playoffs ocupando en estos momentos la sexta plaza del Este a falta de dos partidos con un balance de 40-40.
Esa clasificación sitúa a Jason Kidd como el primer entrenador en la historia de la NBA en acceder a los playoffs en sus dos primeros años como técnico consiguiéndolo con dos equipos distintos, Brooklyn Nets y Milwaukee Bucks.
Un equipo sin estrellas
Jason Kidd recibió innumerables críticas como novato por su trabajo en Brooklyn Nets, un equipo con una buena nómina de estrellas, y varias de ellas veteranas. Se esparaba mucho de los Nets y supo a muy poco el sexto puesto (44-38) en el Este.
Después, el equipo ganó en primera ronda de playoffs a Toronto y perdió en semifinales de conferencia ante el todopoderoso Miami, pero nada sirvió para que Kidd se quedara en Nueva York. Ni siquiera el que fuera nombrado Entrenador del Mes en el Este tanto en enero como en marzo.
Superando las adversidades
De este modo, Kidd pasó de entrenar un equipo con aspiraciones y estrellas a dirigir a la peor escuadra de la liga, un conjunto sin jugadores reseñables. Y el resultado ha sido espectacular a pesar de que la gran estrella novata, Jabari Parker, se lesionó gravemente, de que Larry Sanders fue un fiasco y de que su mejor jugador, Brandon Knight, fue traspasado.
Con un equipo sin nombres grandes, Kidd ha sacado petróleo. Mejoró el jovencísmo Giannis Antetokounmpo, jugó muy bien el joven Khris Middleton, ayudaron sin estridencias jugadores como Ersan Ilyasova y O.J. Mayo, hizo una gran segunda parte de temporada Zaza Pachulia y llegó Michael Carter-Williams, aunque no hay que olvidar lo mucho que Knight hizo por este equipo. ¡Y los Bucks están en playoffs!.