No parece nada serio, pero todas las alarmas han saltado al tratarse del tobillo izquierdo, el mismo que se dañó seriamente en noviembre.
Ricky Rubio abandonó esta noche la pista cuando se jugaba el tercer cuarto del partido entre Thunder y Timberwolves, y ya no regresó a ella como medida de precaución.
Lo bueno es que no hubo esguince alguno, ni movimiento que pudiera acarrear, en principio, una lesión grave. Lo malo es que es el tobillo que se lesionó el 7 de noviembre y que dejó fuera de juego al español durante 3 meses. Parece que esta vez la lesión llegó en un giro a partir del cual el base empezó a sentir molestias que se transformaron en dolor, lo que le obligó a retirarse unos minutos después del incidente inicial.
Hasta ese momento, Rubio estaba viviendo un partido extraño. En el primero cuarto había pasado por encima de él Russell Westbrook y en el segundo mejoró notablemente Ricky tanto en ataque como en defensa y el base rival estuvo bajo control.
Al final, derrota de Minnesota, nuevo triple-doble de Westbrook y 7 puntos, 4 asistencias y 2 robos en 22 minutos para Rubio. Ahora, todos en Minnesota cruzan los dedos.