Pablo Prigioni tiene 37 años y parece incombustible. Lejos de su cabeza aparece la palabra retirada. Tuvo el valor y el éxito de ingresar en la NBA con 35 años, cambia ahora de equipo en la mejor liga del mundo con 37 y medita regresar al baloncesto español la próxima temporada.
El base de Río Tercero debutó anoche con su nuevo equipo NBA: Houston Rockets. Ha sido como pasar de la noche al día por lo que respecta a lo colectivo. Pasar de una escuadra, los Knicks, con 10 victorias en su haber a otra, Rockets, con 37 tras el triunfo ante Toronto.
El internacional argentino salió cuando el partido ya estaba decidido, jugó 3 minutos y 47 segundos, no lanzó a canasta y dio una asistencia en la victoria de Houston sobre Raptors por un contundente 98-76. Y jugó, como el resto de sus compañeros, con una camiseta especial dedicada al Año Nuevo Chino.
Prigioni está en su tercera temporada NBA y ha pasado ya por dos equipos cargados de historia, Knicks y Rockets. Tras su debut con Houston, lleva acumulados 188 partidos con promedios de 3,9 puntos, 3 asistencias y 1 robo en 17,8 minutos. Lo que parecía una aventura destinada a la corta duración se va a prolongar como mínimo durante 3 años.
Pensando en España
Eso sí, la expectativa del jugador es volver pronto a jugar en Europa y, en concreto, regresar al baloncesto español.
Lo dice el New York Post. Prigioni tiene contrato esta temporada y el año que viene su ficha será de 1,7 millones de dólares, pero solo 300.000 están garantizados. Por eso, el jugador estaría meditando volver a España, donde jugó 13 años pasando por las filas de Fuenlabrada, Alicante, Baskonia (2 veces) y Real Madrid.