Tal y como se temía, Chris Bosh se ha visto obligado a despedirse de forma prematura de la temporada. Miami Heat ha confirmado oficialmente a través de un comunicado que el jugador tiene coágulos de sangre en los pulmones y no podrá jugar más en la presente campaña.
Afortunadamente, el jugador, ingresado en un hospital de Miami, se encuentra bien, según el equipo, y su pronóstico es bueno, por lo que se espera que pueda recuperarse plenamente. El problema es que el tratamiento con anticoagulantes que ha de seguir para diluir los coágulos de sus pulmones resulta incompatible con la práctica deportiva.
Bosh fue ingresado el jueves en el hospital tras sentirse indispuesto durante un entrenamiento y desde un principio se sospechó de la existencia de trombos en sus pulmones, algo que ha sido finalmente confirmado por las pruebas a las que ha sido sometido en los últimos días.
La baja de Bosh, que había promediado 21,1 puntos y 7 rebotes en los 44 partidos que había disputado hasta el momento, es un serio contratiempo en los planes de los Heat para pelear en los playoffs del Este.
Segundo caso este año
El del jugador de Miami no es el primer caso de este tipo que se produce esta temporada. Mirza Teletovic también se vio obligado a causar baja a finales de enero tras sufrir el mismo problema médico, y hace 2 temporadas, fue Anderson Varejao el que sufrió idéntica suerte.
Esta misma semana, el ex jugador Jerome Kersey también sufrió una embolia pulmonar como consecuencia de la presencia de trombos en sus pulmones. Por desgracia, en el caso de Kersey, el embolismo pulmonar generó un cuadro médico mucho más grave y el jugador falleció sin que las asistencias médicas pudieran hacer nada por él.