Los Bucks de Milwaukee están tratando de negociar la salida de Larry Sanders del equipo. El conflictivo pívot, al que en 2013 firmaron una millonaria renovación, no juega desde el pasado 23 de diciembre y el equipo busca la manera de ahorrarse buena parte de los 3 años de contrato que le restan.
Esas 3 temporadas de contrato garantizadas más allá de la actual, por un importe total de 33 millones de dólares, parecen hacer complicada la salida negociada de Sanders, pero Marc Stein asegura en ESPN que la franquicia ha iniciado ya conversaciones con sus representantes para tratar de alcanzar un acuerdo por el que el jugador podría convertirse en agente libre.
Sanders no ha vuelto al juego aún pese a que ya cumplió la sanción de 10 partidos que le fue impuesta a mediados de enero por infringir las normas antidroga de la liga y durante los 3 últimos partidos del equipo ha figurado en la lista de bajas por “razones personales”. La última vez que le vimos en acción fue el pasado 23 de diciembre.
En lo que va de temporada, ha jugado 27 partidos en los que ha promediado 7,3 puntos y 6,1 rebotes, un rendimiento escaso para un jugador de su salario, aunque sus virtudes han estado siempre más en el lado defensivo que en el ofensivo. Pero en la franquicia, más incluso que su mal juego, preocupa su actitud dentro y fuera de la pista y los numerosos problemas que arrastra.
Ahora que los Bucks parecen tener un equipo joven en línea ascendente que ha funcionado muy bien en su ausencia, el problemático pívot parece haberse convertido en una rémora en el vestuario de la que los de Milwaukee están deseando desprenderse, aunque les cueste dinero. Habrá que ver si lo logran.