Espaldarazo defnitivo para la construcción del nuevo pabellón de Milwaukee Bucks con el que la franquicia quiere asegurarse su puesto en la NBA.
Ese espaldarazo llega desde las arcas públicas. Porque el gobernador del estado de Wisconsin, Scott Walker, ha asegurado que las arcas públicas estatales aportarán 220 millones de dólares para la nueva instalación, un dinero que saldrá de los impuestos y que procederá, entre otros, de lo que tienen que pagar al estado los deportistas profesionales, según publica el Milwaukee Jounal Sentinel.
A esos 220 millones de dólares, hay que añadir los 150 millones que se comprometieron a aportar los nuevos propietarios del equipo y los 100 comprometidos por su antiguo propietario y ex senador, Herb Kohl.
Con esa triple aportación integrada por el estado, los propietarios y el ex dueño quedarían cubiertos los elevados costes de la nueva instalación deportiva, cuyo presupuesto de construcción se situaría entre los 450 y los 500 millones de dólares.
El nuevo pabellón jubilaría en la NBA al actual de los Bucks, el BMO Harris Bradley Center, cuya construcción data de 1988.