No tuvo gracia alguna. Triste promoción de la NBA en Europa con un nuevo partido de temporada regular en Londres que no pudo satisfacer a nadie. Desde luego, lo que se dice espectáculo hubo poco.
Los Knicks se vieron obligados por las circunstancias y alinearon a los renqueantes Carmelo Anthony y Amar'e Stoudemire. De poco sirvió. Grandísima superioridad de los Bucks con Jason Kidd tomándose desde el banquillo cumplida revancha ante su ex equipo.
Milwaukee 95 New York 79
No hubo color en el O2 Arena londinense, donde se dieron cita 18.689 espectadores para contemplar la imparable decadencia de los Knicks. Y es que desde el principio la imagen de los neoyorquinos quedó por los suelos: 14-0 en los primeros 6 minutos de juego, 31-13 en el primer cuarto y 82-56 al final del tercero. Menos mal que los Bucks frenaron en seco en la recta final y permitieron a los Knicks dignificar algo su espantosa actuación.
Victoria más que cómoda de los de Wisconsin con 20 puntos y 6 robos de Brandon Knight y excelente aportación desde la suplencia de O.J. Mayo, que metió 22 puntos en 24 minutos con 4 triples y que facturó un gran inicio de partido. El joven Giannis Antetokounmpo puso el espectáculo al hacer 4 matazos y acabar con 16 puntos. Además, 11 puntos y 14 rebotes de Zaza Pachulia y buen encuentro de Khris Middleton. Más allá de todo, este equipo defiende.
Carmelo Anthony empezó mal. No se le ve bien físicamente. Pero al menos terminó con grandes números: 25 puntos en 28 minutos. Fue el único que se salvó de la quema. Porque lo de Stoudemire fue una pantomima. No debió jugar. Calderón fue de menos a más y terminó con 11 puntos, 9 asistencias y 3 de 4 triples y Pablo Prigioni solo jugó 5 minutos y quedó inédito.