El pasado 11 de diciembre, Andrei Kirilenko llegó a los Sixers tras una operación de traspaso con los Nets pero, desde entonces, el jugador ruso todavía no se ha incorporado a la disciplina de la franquicia, que ahora ha decidido sancionarle sin sueldo por ello.
La decisión de los Sixers, de paso, les permitió dar entrada a Jared Cunningham desde los Clippers, para luego despedirle, sin necesidad de cortar a ninguno de los 15 jugadores que tienen en plantilla, aprovechando una regla del convenio que admite elevar temporalmente a 16 el número de jugadores si hay alguno suspendido.
Kirilenko permanece en Nueva York junto a su mujer, cuyo complicado embarazo parece ser la razón de que el jugador causase baja y más tarde decidiera no viajar con los Nets antes de ser traspasado, y no parece tener intención alguna de sumarse a los entrenamientos de los Sixers, pese al requerimiento que el equipo le hizo al respecto.
Polémica respecto a un posible acuerdo verbal incumplido
La noticia de la sanción, confirmada por el técnico del equipo, Brett Brown, llega el mismo día en que el diario Philadelphia Inquirer publica una columna de Bob Ford muy crítica con el general manager de la franquicia, Sam Hinkie, y en la que asegura que, según distintas fuentes, Hinkie habría incumplido el acuerdo verbal pactado en el traspaso para dejar en libertad a Kirilenko.
Según las fuentes de Ford, los Sixers habrían aceptado despedir al veterano alero ruso una vez se consumara el traspaso, condición puesta por los Nets para incluirle en la operación, pero Hinkie habría cambiado de idea una vez completado el acuerdo con la intención de utilizar a Kirilenko en algún futuro intercambio antes del cierre del mercado invernal.
El hecho de que los Sixers renunciaran a que Kirilenko pasara el habitual examen médico previo a la validación del traspaso, pese a sus conocidos problemas físicos, daría fuerza a la versión de que no había intención de que el ruso jugara con el equipo.
La franquicia lo niega
Fuentes de la franquicia, sin embargo, han negado que existiera dicho acuerdo y aseguran que la intención de los Sixers era, desde un inicio, que Kirilenko jugara con ellos, aunque los Nets pudieran haberle dado a entender al ruso otra cosa.
También el entrenador, Brett Brown, que se ha mostrado decepcionado por no poder entrenar al ruso, ha asegurado que no cree que existiera tal acuerdo. “Tengo un gran respeto por él,”, ha dicho en relación a Kirilenko, con el que se reunió tras el traspaso, “así que cuando le firmamos, estaba entusiasmado con su incorporación y deseando entrenarle”.
Algo que parece difícil que ocurra, porque los Sixers no entran en los planes del ruso, que parece estar dispuesto incluso a quedarse sin sueldo a cambio de forzar su salida del equipo.