Miami Heat ha recuperado a uno de sus jugadores clave, Chris Bosh. El jugador texano volvió anoche a la acción tras haber permanecido 17 días sin jugar debido a una lesión muscular en la pantorrilla.
Bosh regresó a la competición con muy buenas sensaciones respecto a su juego, aunque con el sabor amargo de una derrota en casa por un solo punto (101-102) ante Orlando Magic en duelo de máxima rivalidad estatal de Florida.
En su vuelta, el ala-pívot titular de Heat sumó 20 puntos y 8 rebotes en 33 minutos. Se le vio bien. Pero ni su buen rendimiento, ni las buenas actuaciones de Dwyane Wade y de un sorprendente Danny Granger, que metió 6 triples de 7 intentos, sirvieron para evitar la derrota.
El último partido que había jugado antes de lesionarse databa del 12 de diciembre ante Utah. Desde entonces, se ha perdido 8 partidos que se saldaron con 3 victorias de Miami y 5 derrotas.
Bosh está promediando esta temporada 21,5 puntos y 8,2 rebotes en 24 partidos, a la par que anota el 38,2% de sus triples. Se trata de su mayor productividad ofensiva desde que está en Miami. Y es que con la marcha de LeBron James, Bosh está empezando a tomar más peso en el ataque de Heat, aunque todavía sin llegar a sus números con Toronto.