El nerviosismo empieza a cundir en Cleveland tras el irregular comienzo de un equipo lleno de estrellas que no aspira a otra cosa más que a ser campeón. La contundente derrota en casa ante los Pistons, uno de los peores equipos del Este, ha puesto en el disparadero a David Blatt.
La capacidad del técnico, con una carrera llena de éxitos en Europa pero debutante en la NBA, para dirigir un equipo lleno de jugadores de primer nivel empieza a ser puesta en duda por algunos, pese a que la situación de los Cavs, con 18 victorias y 12 derrotas, no debería ser demasiado preocupante a estas alturas.
No hay que olvidar que se trata de un equipo que ha sufrido muchos cambios este verano y cuyos jugadores aún han de acoplarse no sólo a los sistemas del nuevo técnico, sino a jugar juntos y, en algunos casos, a asumir un papel más secundario que aquél al que han estado acostumbrados.
Sin embargo, la pobre imagen dada ante los Pistons ha servido de levadura para que los rumores sobre el futuro del equipo broten y crezcan en muchos medios estadounidenses. Se especula con la falta de autoridad de Blatt sobre sus jugadores e incluso el Plain Dealer, diario de referencia de la ciudad de Cleveland, no duda en hablar de una posible salida de LeBron James el próximo verano si el rumbo del equipo no se endereza.
Lo cierto es que la situación recuerda mucho a la que se produjo en Miami durante el inicio de la temporada 2010-11, cuando la labor del entonces poco experimentado Erik Spoelstra se puso en duda tras un comienzo también complicado, más aún que el de los Cavs.
Entonces, Pat Riley, máximo dirigente de los de Florida, mantuvo su confianza en el técnico y el equipo terminó llegando a final de temporada a la primera de sus 4 finales consecutivas. No la ganó ese año, pero sí logró el título los 2 años siguientes. Habrá que ver si en Cleveland deciden tener paciencia o la presión de algunos sectores del entorno del equipo termina por imponerse. La cabeza de Blatt parece depender ahora mismo de ello.