Rick Carlisle cumplió anoche su partido número 1.000 en la NBA. El entrenador de Dallas Mavericks lo hizo dirigiendo al equipo a un nuevo triunfo, esta vez ante OKC Thunder por 112-107. Se trata de la victoria número 591 de Carlisle en la liga por 409 derrotas. O lo que es lo mismo: el técnico ha ganado el 59,1% de todos los partidos que ha dirigido en la NBA.
A pesar de ser un entrenador relativamente joven, 55 años, Carlisle atesora una enorme experiencia. Su carrera como entrenador ha estado marcada por la estabilidad, pues solo ha sido entrenador jefe de 3 equipos. Empezó como técnico asistente. Entre 1989 y 2000 ayudó a los entrenadores jefes de New Jersey Nets, Portland Trail Blazers e Indiana Pacers. Y ya como jefe dirigió a Detroit Pistons (2001-2003), Indiana Pacers (2003-2007) y Dallas Mavericks, equipo al que entrena desde 2008.
Carlisle afronta su séptima temporada al frente de los Mavericks, equipo con el que alcanzó su mayor logro al ganar la NBA en el año 2011 (antes había ganado un anillo como jugador en 1986). Además, fue nombrado Entrenador del Año en 2002 y dirigió un All-Star en 2004.
Un día especial
En un día tan especial, Carlisle regaló una auténtica 'revolución' técnica en su partido número 1.000.
Ante la ausencia por lesión de Tyson Chandler, decidió poner como pívot titular a Dirk Nowitzki, algo inusual. Tanto, que el alemán no partía en un encuentro como pívot titular desde hacía un lustro.
Además, el puesto dejado por Chandler lo ocupó un base pequeñito, José Juan Barea. ¡Porque Carlisle jugó de inicio con J.J. Barea, Rajon Rondo y Monta Ellis!. Curiosa forma de celebrar una cifra tan redonda la de Rick Carlisle, que acabó ganando.