Exitoso regreso de Dwight Howard a las pistas en todos los sentidos. A nivel individual, a nivel colectivo y a nivel de trayectoria histórica.
Porque el pívot de Houston ofreció una actuación estelar en la victoria de su equipo ante Denver y, además, superó en su carrera NBA la barrera de los 10.000 rebotes.
Howard finalizó el partido con 26 puntos, 13 rebotes y 3 tapones en 30 minutos de juego. Anotó 9 de sus 11 tiros de campo, pero solo 8 de sus 17 tiros libres. Esos 13 rebotes llevaron su marca personal hasta las 10.009 capturas tras jugar 779 partidos de fase regular promediando la nada desdeñable cifra de 12,8 rebotes.
Casi un mes fuera
Howard se pasó casi un mes fuera de las canchas, tiempo en el que se perdió 11 partidos en los que su equipo rindió a gran nivel de juego y resultados.
El pívot titular de los Rockets había jugado su último partido el 17 de noviembre ante Memphis Grizzlies y después había causado baja por un esguince en la rodilla derecha que, por momentos, no pareció tener fácil solución.
"No sabía qué esperar. Solo quería jugar y dar todo lo que tenía. No jugué un partido perfecto, pero me esforcé lo más que pude por el equipo", aseguró el jugador con un tono modesto tras la victoria ante Nuggets.