Kyrie Irving, con sus 37 puntos, fue el protagonista de la victoria de los Cavaliers en Nueva York y protagonizó un buen número de acciones espectaculares a lo largo del partido. Pero de todas ellas, nos quedamos con la preciosa canasta con la que decidió el partido.
Irving desbordó desde el exterior a su defensor, Iman Shumpert, y entró directo hacia canasta. Allí estaba Amare Stoudemire para taponar su tiro, pero el base de los Cavs le superó con un delicado y maravilloso golpe de muñeca de su mano izquierda elevando el balón sobre el defensor para apoyarse en el tablero y anotar. Toda una delicia estética y una demostración de calidad técnica que merece verse repetida.
La canasta de Irving resultó definitiva puesto que en la última posesión, Carmelo Anthony, desafortunado toda la noche, no acertó con su intento desde el triple para forzar la prórroga.