Demoledor correctivo el recibido por los Sixers en Dallas. En tierras texanas, los Mavericks lograban la mayor victoria de su historia al derrotar por 53 puntos (123-70) al peor equipo de la NBA, que acumula ya un 0-8 en este inicio de temporada y que vio debutar en la campaña a su estrella, Michael Carter-Williams.
Baste decir que la primera parte del encuentro acabó con un alucinante 73-29. Al final, Dirk Nowitzki lideró la anotación local y J.J. Barea repartió 11 asistencias.
Dallas 123 Philadelphia 70
Bochornosa imagen la ofrecida por los Sixers en el estado de Texas. Dallas logró la más holgada victoria de la historia de la franquicia, que hasta hoy estaba en 50 puntos de diferencia ante los Knicks en la temporada 2009-2010.
El partido fue un auténtico circo. El primer cuarto acabó 38-10 y el segundo nos dejó un 35-19 para plantarnos en el descanso con un marcador de auténtico escándalo: ¡73-29!. Por entonces, Dallas había metido el 58,5% de sus tiros y Dirk Nowitzli y Monta Ellis totalizaban 29 puntos, los mismos que Philadelphia al completo. Los Sixers en la primera parte metieron el 25,7% de sus tiros de campo y perdieron 14 balones en un ridículo infinito.
El resto del partido sobró. Victoria final por 53 puntos con 33 asistencias locales por 9 visitantes. Nowitzki hizo 21 puntos en 20 minutos y se mostró casi infalible, Monta Ellis añadió 17 y los suplentes 60 tras jugar muchos minutos. Bien Brandan Wright, 10 tantos en solo 8 minutos para Charlie Villanueva y fantástico J.J. Barea con 7 puntos y 11 asistencias en 20 minutos. Los visitantes no alcanzaron el 30% en el tiro, extraviaron 28 balones y lo único positivo en sus filas fue el debut en la temporada de Carter-Williams, que fue su mejor hombre con 19 puntos.