Andre Iguodala ha sido titular indiscutible desde el primer día que pisó la NBA. En sus 10 años de carrera profesional ha jugado 758 partidos en temporada regular con Philadelphia, Denver y Golden State y ha sido titular en los 758. Pero esa estadística inmaculada podría cambiar esta temporada.
Las alarmas saltaron en el último partido amistoso de pretemporada. Iggy había sido titular en los dos primeros, ante Clippers y Lakers, pero en ese tercer choque, otra vez ante Lakers, partió de la segunda unidad dejando su puesto en el cinco inicial a Harrison Barnes.
Según el diario Oakland Tribune, el nuevo entrenador de Golden State, Steve Kerr, está barajando la posibilidad de utilizar a Iguodala como suplente de lujo, como sexto hombre, y darle minutos como alero organizador. O lo que es lo mismo, como base atípico, rol que ya desempeñó en algunos partidos la pasada campaña.
Iguodala, que está utilizando una máscara al haberse fracturado la nariz, tendría aún más opciones de jugar en ese puesto a raíz de la baja de Shaun Livingston.
A sus 30 años, el alero podría aportar experiencia, madurez, conocimiento del juego y calidad a la segunda unidad del equipo. Sus números le avalan. En una década de baloncesto el jugador ha promediado 14,6 puntos, 5,7 rebotes y 4,9 asistencias por juego.