La última jornada de la primera fase del Mundial arrancaba con un bizarro partido entre Australia, ya clasificada, y Angola, que peleaba con México por la clasificación. Los africanos derrotaban 83-91 a los de Oceanía y ponían en un brete a México, que terminó clasificándose.
Ante el resultado y el trascurrir del partido, el base de Eslovenia y de Phoenix Suns, Goran Dragic, incendiaba las redes al tuitear: "El baloncesto es un deporte bonito en el que no hay cabida para partidos como el de hoy entre Australia y Angola, la FIBA debería hacer algo".
Australia no dio impresión alguna de querer ganar el partido. El realidad, no le convenía, por lo que parece lícito que no pusiera mucho empeño. Tanto Eslovenia, como Lituania y Australia querían, una vez clasificadas, evitar el segundo puesto de su grupo para no tener que jugar en cuartos de final contra Estados Unidos.
Partido extraño
Para empezar, Australia no utilizó en el partido a sus dos grandes referentes ofensivos: Aron Baynes y Joe Ingles. Además, titulares como David Andersen y Matthew Dellavedova solo disputaron 4 minutos.
Y el trascurso del juego definió bien la situación. Angola solo metió en la primera parte 29 puntos, llegó a ir en el partido 15 abajo y terminó ganando tras encestar 62 puntos tras el descanso. Y es que el equipo australiano dirigido por Andrej Lemanis cambió radicalmente en la segunda mitad. Por cierto, sus titulares hicieron 16 puntos por 67 tantos de sus suplentes.
El héroe angoleño, aunque la victoria africana resultara pírrica al no servir de nada, fue Yanick Moreira, autor de 38 puntos y 15 rebotes.