Que la carrera deportiva de Michael Beasley es un tobogán sin final hacia el desastre lo sabe todo el mundo. El que fuera número 2 del draft en 2008 tras brillar con Kansas State ha arruinado su trayectoria porque su inmensa calidad ha sido contrarrestada por su escaso compromiso y su desbaratada cabeza.
Beasley ha sido más conocido por sus desastres fuera de la cancha que por sus números dentro de ella. Baste recordar la denuncia sufrida por conducir sin licencia y a toda velocidad, sus problemas con la marihuana o la investigación que se le abrió por un supuesto caso de agresión sexual en el que se vio envuelto.
Pero ahora podría surgir una nueva oportunidad para el jugador, que a sus 25 años aún está en posición de reconducir su carrera. Los Lakers están interesados en su contratación y ayer le hicieron una prueba.
Prueba en El Segundo
Beasley practicó en la sede de entrenamiento de los Lakers, en El Segundo (California), y la prueba no fue mal. De hecho, algunos medios de comunicación estadounidenses aseguran, citando a fuentes que estuvieron allí, que la prueba resultó satisfactoria, que hubo buenas sensaciones.
Sin embargo, los Lakers tendrán que sopesar no solo el estado físico del jugador, sino sobretodo su situación anímica y el riesgo que puede proceder de él a la hora de no crear un buen ambiente de trabajo en el vestuario.
Beasley lo hizo razonablemente bien en su año de novato con Miami Heat y en su primer año con Minnesota (el tercero de su carrera) llegó a promediar 19,2 puntos, pero a partir de ahí vino una cuesta abajo que no parece terminar. Sin ir más lejos, la pasada campaña, en su vuelta a Miami, hizo unos números impresentables para un número 2 del draft: 7,9 puntos y 3,1 rebotes.