Tras brillar como anotador en uno de los peores equipos de los Lakers de la historia, Nick Young quiere rentabilizar sus números en el mercado veraniego. Para ello, ha renunciado a su segundo año de contrato con el conjunto californiano y será agente libre.
Young tenía comprometidos 1,2 millones de dólares, los correspondientes al salario mínimo, para el próximo año, pero, indudablemente, aspira a lograr una mejora notable tras haber promediado 17,9 puntos con un 39% de acierto desde el triple en la última temporada.
Cierto es que lo logró en un equipo que finalizó la campaña con el peor porcentaje de victorias de la franquicia en su historia -sólo en la temporada 1957-58, cuando aún estaban en Minnesota, lo hicieron peor- y abusando, como es marca de la casa, del juego individual (promedió 1,5 asistencias). Pero aun así, el talento ofensivo de Young es indiscutible y no faltarán equipos que se interesen por él.
Eso sí, pese a autoproclamarse en Twitter como el mejor escolta de la NBA, no parece que nadie le vaya a ofrecer un contrato de superestrella.