Muy malas noticias las que ha recibido el pívot de la Universidad de Baylor Isaiah Austin a pocos días de un draft en el que esperaba estar entre los elegidos. Al jugador le ha sido diagnosticada una rara enfermedad y tendrá que abandonar la práctica del baloncesto.
El diagnóstico ha llegado tras una de las pruebas médicas previas al draft realizadas por la NBA. Austin sufre síndrome de Marfan, una enfermedad congénita del tejido conectivo de origen genético que puede afectar a distintas estructuras del cuerpo humano, como esqueleto, pulmones, ojos, corazón y vasos sanguíneos. La dolencia se estima que afecta a una de cada 5.000 personas.
Aunque afortunadamente la enfermedad, en principio, no supone un peligro para su vida a corto y medio plazo, sí que es incompatible con el ejercicio de cualquier deporte de contacto y con la alta competición debido a las complicaciones que podría acarrearle, lo que obligará a Austin a abandonar el baloncesto cuando estaba a las puertas de cumplir su sueño de ingresar en la NBA.
Austin, un pívot de 2,16, se había declarado elegible para el draft tras disputar con Baylor su segunda temporada universitaria, en la que promedió 11,2 puntos, 5,5 rebotes y 3,1 tapones. Algunas proyecciones le situaban entre los jugadores que serían elegidos en los últimos puestos de la primera ronda del draft y otras muchas le situaban entre los primeros de la segunda ronda.