Los Memphis Grizzlies no quieren arriesgarse a entrar en una guerra de ofertas este verano por los servicios de Zach Randolph y, por eso, están tratando de alcanzar un acuerdo con el jugador para extender su contrato antes del 1 de julio y que no se convierta en agente libre.
Randolph tiene que decidir antes del 30 de junio si cumple o no el último año de su actual contrato con los Grizzlies, valorado en 16,5 millones de dólares. El jugador es consciente de que a sus 32 años es difícil que otro equipo le ofrezca un salario similar, pero también tiene claro que quiere un contrato de mayor duración que asegure los que pueden ser los últimos años buenos de su carrera.
Los Grizzlies quieren que el jugador siga en el equipo, donde ha jugado las últimas 5 temporadas a muy buen nivel dejando atrás un pasado de jugador conflictivo y egoísta. Para lograrlo, podrían ofrecer una extensión de hasta 3 años a Randolph, probablemente con un salario notablemente reducido respecto al actual, que se sumaría al año que le resta de contrato, ya que, en ese caso, el ala-pívot no declinaría su opción de jugador.
Un acuerdo así, permitiría a la franquicia de Memphis dejar atado al jugador antes del 1 de julio. De lo contrario, Randolph se convertiría muy probablemente en agente libre y aunque eso permitiría a los Grizzlies hacerle una oferta en la que su salario se redujera ya la próxima temporada, también entrarían en juego otros equipos que podrían obligar a la franquicia a elevar notablemente su oferta salarial a largo plazo para retener al jugador.
Randolph ha mostrado en varias ocasiones su deseo de seguir en Memphis e incluso de retirarse vistiendo la camiseta de los Grizzlies y ha abierto las puertas a la posibilidad de “realizar algunos sacrificios” para lograrlo.