El tremendo espíritu competitivo de Manu Ginóbili, irreductible, volvió a salir a flote en el quinto partido de las Finales. Aportó el argentino a la victoria de Spurs 19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias en 28 minutos tras lanzar bien a canasta y protagonizar momentos estelares en el segundo cuarto, incluidas varias jugadas individuales de gran calidad, una de ellas culminada con un mate a lo grande, como si tuviera 20 años.
¡Manu ha ganado su cuarto anillo!, 4 títulos de la NBA para seguir haciendo historia. A nivel hispano, nadie se le acerca. El jugador argentino está en los 36 años pero no se baja del éxito. Ha tenido hasta ahora 12 campañas al máximo nivel en la NBA, visitando siempre los playoffs, salvo una vez que estuvo lesionado, llegando a 5 Finales y ganando 4.
Ginóbili ya ha jugado 795 encuentros de temporada regular y nada menos que 180 de playoffs. Y en la presente postemporada, la que acaba de finalizar, mejoró su nivel de juego y se fue hasta 14,3 puntos, 4,1 asistencias y 1,6 recuperaciones en 25,5 minutos de juego con un 39% desde el triple y más de un 86 desde los libres. Puro espíritu ganador. Siempre con el mismo equipo NBA, siempre con el mismo entrenador.
La felicidad de ganar
Ginóbili y sus compañeros se sacaron la espina del pasado año ante Miami Heat. Por eso, no es de extrañar la doble felicidad de la plantilla.
A 2:10 del final, Gregg Popovich retiraba de la cancha a Manu, que recibía una estruendosa ovación cuando se dirigía a la banda. Allí, abrazaba primero a uno de sus grandes amigos en la plantilla, el brasileño Tiago Splitter. El ex de Vitoria se estrenaba en estas lides. Era su primer título.
Y luego se abrazaba con todos. Especialmente emotiva su fusión en la pista con Tim Duncan. Ginóbili, abrigado por una bandera argentina que rodeaba su cuerpo y su cuello celebraba el triunfo en la cancha y era entrevistado en público ante el fervor de la afición.
Hoy ha sido un día inmensamente feliz para el escolta de los Spurs. El baloncesto argentino sigue disfrutando de su héroe.