Nada tuvieron que ver las entregas del trofeo de campeón del Este a Miami y la del Oeste a San Antonio. La de los Spurs resultó mucho menos espectacular, glamourosa y vibrante. Fundamentalmente, porque al ganar fuera de casa no se vivió en la pista con el público y muchos famosos celebrándola, tal y como sucedió en Florida.
El OKC hubo poco pavoneo. Todo fue sencillo y sin alharacas, como son estos Spurs de Gregg Popovich. Alejados del público, el mítico George Gervin entregó el trofeo al dueño del equipo, Peter Holt, y éste cedió la copa a Manu Ginóbili, con todos sus compañeros alrededor. Hablaron Holt y Manu, mientras que Tim Duncan permanecía con el resto en segundo plano y Popovich reía aún más lejos del foco, en un tercer plano.
Ceremonia de entrega del trofeo a los campeones del Oeste.