Todo empezó por una lucha por la posición para un posible rebote, aunque ambos estaban lejos de la zona de posible captura.
El caso es que Alan Anderson y Ray Allen tuvieron un importante enganchón que acabó con una trifulca multitudinaria que no pasó a mayores. Se jugaba el último cuarto del partido y Brooklyn ganaba claramente a Miami por 85-67.
El lío que se montó en el Brooklyn-Miami.