No hubo atisbo alguno de emoción. San Antonio no dio opción alguna a Dallas en el séptimo partido y barrió a su rival desde el principio bajo el dominio aterrador de Tony Parker y con un gran partido del argentino Manu Ginóbili.
El partido duró apenas un cuarto y llegó al descanso con un contundente 68-46. Los Spurs llegaron a amasar una ventaja de 31 puntos en la segunda mitad ante unos Mavericks completamente desbordados.
San Antonio 119 Dallas 96 (4-3)
Dallas llegó muy lejos, más lejos de lo imaginable, pero una victoria en el AT&T Center en el séptimo partido de la serie hubiera sido ya un logro mayor, casi reverencial. No llegó ese logro. Y ni siquiera hubo atisbo alguno de que pudiera haber llegado.
San Antonio puso la directa desde el salto inicial. La suya fue una victoria apabullante que se fraguó con un parcial de arranque de 16-7 en 5 minutos. Un inicio coral del equipo de Gregg Popovich que muy pronto vio cómo iba a ser el día de Tony Parker. Y lo fue. Un triple de Manu Ginóbili puso un claro 30-16 jugándose aún el primer cuarto y los primeros 12 minutos acabaron con un serio 35-23.
La defensa visitante había sido una broma y Parker había anotado 14 puntos tras entrar una y otra vez hasta la cocina, sin oposición. Los Spurs habían metido el 69% de sus tiros.
Y esa tremenda productividad no cesó. Al poco de iniciarse el segundo cuarto, 42-25 para los locales y a 3 minutos del descanso la ventaja ya era de 27 puntos con un 72% de acierto en el tiro. Una salvajada cifrada en un 62-35. El partido se dirigía a la humillación pura y dura. Y acabó en la primera parte.
Porque el 68-46 de la primera parte cerró el encuentro. Los locales habían metido el 68,4% de sus tiros y solo habían perdido 4 balones. ¡Y Tony Parker ya llevaba al descanso 24 puntos!. El poder del big three local resultaba insultante: ¡47 puntos entre el citado Parker -24-, Tim Duncan -12- y Manu Ginóbili -11-!. El argentino se había salido también en la primera mitad al lograr 11 tantos, 3 rebotes, 4 asistencias y 4 robos en tan solo 14 minutos. Un exceso.
Rick Carlisle y algunos jugadores visitantes se habían calentado al ver cierta simulación en el juego de Ginóbili, algún amor por el flopping, pero bien hubieran hecho en fijar mejor su marca y parar su juego.
La segunda parte sobró. Los Spurs llegaron a tener 31 puntos de ventaja y Dallas no se acercó nunca más allá de los 14. Fue un paseo triunfal en una jornada bonancible para San Antonio, que terminó ganando por 23 con 32 puntos de Parker y 20 con 5 asistencias y 6 robos de Manu Ginóbili, que presentó unos porcentajes maravillosos y sumó 28 de valoración en solo 24 minutos de juego. Partidazo el suyo.
Además, buen apoyo de jugadores como Tim Duncan, Kawhi Leonard o Danny Green, que cerró el primer cuarto con un triple, como Ginóbili hizo lo propio en el tercero. Esta vez, Tiago Splitter apenas brilló por culpa de las faltas.
Dallas no presentó oposición. Su mejor jugador con diferencia fue Dirk Nowitzki con 22 puntos y 9 rebotes. Devin Harris sumó 17 con 3 triples sin fallo... y poco más. Tal vez, el primer tiempo del ex de Spurs DeJuan Blair, que ya la tuvo con Splitter en un partido anterior y que esta vez tuvo algún problemilla con Tony Parker y Manu Ginóbili. El resto, nada. Mal Monta Ellis, peor Shawn Marion y discreto José Manuel Calderón, que se despidió de la temporada con 4 puntos y 4 pases de canasta en 29 minutos de acción.