El jugador de ascendencia puertorriqueña Shabazz Napier jugará mañana lunes su segunda gran final universitaria aspirando así a conquistar su segundo título en el año de su despedida.
UConn sorprendió a Florida para acceder a la gran final gracias a una gran defensa y una actuación descollante de DeAndre Daniels.
Los Huskies jugará la final en Texas ante Kentucky, que derrotó a Wisconsin con un triple de Aaron Harrison anotado a 5,7 segundos del final. Otro final apretado, otra victoria de Wildcats y otro tiro ganador de Harrison. La historia se repite.
Las semifinales congregaron en el AT&T Stadium de Arlington a casi 80.000 espectadores. Una auténtica fiesta del baloncesto.
Florida 53 Connecticut 63
Del cielo al infierno y otra vez de vuelta al cielo. El camino peculiar de UConn tiene su miga. Campeones en 2011, sancionados después y regreso en 2014 a una final. Para ello, los de Kevin Ollie tuvieron que dar anoche la sorpresa ante Florida, la mejor defensa nacional, el equipo más equipo de los 4 equipos que acudían a la Final Four.
El inicio del partido consagró el favoritismo de los Gators, que plantaron un 16-4 de partida al equipo de Connecticut. Eso sí, los Huskies reaccionaron rápido para remontar hasta un 16-15 y acabar la primera parte 3 puntos arriba: 22-25. En esa reacción, 2 triples del jugador del partido, un enorme DeAndre Daniels.
Daniels acabó el encuentro como máxima estrella con 20 puntos y 10 rebotes. El jugador interior de UConn, en su tercer año de universidad, brilló con luz propia. Esta vez, no fue Napier el hombre decisivo, aunque no lo hiciera nada mal: 12 puntos, 6 asistencias y 4 robos en 38 minutos con un 50% en el tiro de campo. Además, 13 tantos y 6 rebotes de Ryan Boatright y 11 puntos de Niels Giffey.
UConn dominó el marcador y el tempo del partido en la segunda parte para terminar ganando con cierta holgura a base de una notable defensa y su habitual juego largo en ataque. Los ganadores anotaron nada menos que el 55,8% de sus tiros. Una gran precisión la suya.
Florida venía de ganar 30 partidos consecutivos y de vencer en sus 4 anteriores encuentros del Torneo de la NCAA por diferencias que siempre se situaron en el doble dígito. Los de Billy Donovan no perdían desde el 2 de diciembre, cuando precisamente cedieron ante Connecticut. Por eso, dura, muy dura, fue la caída de anoche.
Gators apenas anotó el 38,8% de sus tiros con un horrible 1 de 10 desde el triple y solo sumó 3 asistencias en todo el partido, la cifra más baja en una Final Four desde que se contabilizan los pases de canasta. Patric Young metió 19 puntos y Casey Prather, 15. Pero lo malo fue ver a un gris Scottie Wilbekin y a la falta de presencia de Michael Frazier II y Will Yeguete.
Wisconsin 73 Kentucky 74
Otra vez la misma historia. Estos Wildcats 2013-2014 de John Calipari se muestran imponentes cada vez que llegan a un partido igualado con máxima presión y buena parte de su éxito se debe a que tienen en sus filas un ángel de la guardia llamado Aaron Harrison.
Harrison volvió a meter el tiro que había que meter. Con 71-71, el jugador de Wisconsin Traevon Jackson dispuso de 3 tiros libres. Restaban 16 segundos para el final. Metió 2 y falló 1, el único que erró su equipo en todo el partido (19 de 20). Y con 73-71 y sin tiempos muertos, Aaron Harrison se fabricó el triple triunfal a 5,7 segundos del final sin que Josh Gasser llegara a tiempo de taparlo.
Aaron Harrison y su hermano Andrew no hicieron un partido notable, pero ayudaron. En el caso de Aaron, esa ayuda final fue crucial. Clave en el triunfo dueron los 17 puntos de James Young y los 16 en 27 minutos de un Julius Randle que funcionó en la pintura a diferencia de la estrella interior de los Bagders, Frank Kaminsky, que decepcionó en la semifinal.
Además, buenos apoyos de Dakari Johnson, ausente por lesión Willie Cauley-Stein, y de Alex Poythress, que terminó con la rodilla dolorida pero estará listo para el lunes. Kentucky solo perdió 4 balones en todo el partido y nunca perdió el norte. Llega a la gran final tras eliminar a equipazos por estrechos márgenes: +2 ante Wichita State, +5 ante los campeones de 2013, Louisville, +3 ante Michigan y +1 ante Wisconsin. No apto este equipo para corazones frágiles.
Los Badgers solo encajaron 2 triples, pero uno les llevó a la derrota. El equipo se quedó a un paso de la final tras una gran temporada. No sirvieron los 15 puntos de Sam Dekker, ni tampoco los 15 de Ben Brust. Jackson y Bronson Koenig también hicieron dobles dígitos anotadores.