"Fue una pesadilla". Quien se expresa así es Pau Gasol haciendo referencia al ataque de vértigo que sufrió el pasado 23 de marzo en el descanso del partido que enfrentó a su equipo, Lakers, contra Orlando.
Ahora, 8 días después, el español ha regresado a los entrenamientos tras pasar todos estos días reposando en su casa. El objetivo es jugar ante Portland.
Ante los informadores, Pau no escondió lo difícil que resultó la situación vivida en los vestuarios. "Todos los que lo vieron se asustaron al verme tan pálido. Sufrí temblores. No podía moverme. Me pusieron 3 litros de suero vía intravenosa. No podía levantarme, ni siquera podía sentarme", ha relatado el de Sant Boi.
No está claro el origen del problema. Pero lo que sí está claro es que Gasol quiere pasar página y volver a las pistas para afrontar la recta final de la temporada regular.