Milwaukee Bucks ha firmado un contrato de 10 días al alero D.J. Stephens, un jugador formado en la Universidad de Memphis y que este año ha estado jugando en la liga griega. Stephens ocupa la plaza dejada por Chris Wright, al que la franquicia no ha renovado.
Wright no lo había hecho mal en los 2 partidos que jugó con los de Milwaukee, especialmente en el último de ellos en el que anotó 9 puntos y capturó 4 rebotes en 26 minutos de juego, pero los Bucks han preferido no mantenerle para poder probar a otros jugadores.
El primero que tendrá la oportunidad de mostrar sus cualidades a la franquicia de Wisconsin será Stephens, de cuya incorporación se venía hablando hace ya días. Stephens, tras no ser elegido en el pasado draft, decidió probar suerte en Europa, enrolándose en el conjunto griego Ilysiakos con el que ha promediado 9,8 puntos, 8,8 rebotes y 2,2 tapones en 18 partidos.
Se trata de un jugador de 1,96 con una gran capacidad reboteadora y de intimidación dada su enorme potencia de salto y acostumbrado en su etapa colegial a jugar en posiciones interiores, algo que no parece que pueda hacer en la NBA dada su estatura.
Es, pues, un jugador tremendamente atlético -no en vano, se hizo famoso en su última temporada en Memphis por sus saltos de celebración en los que besaba el aro con sus labios- y un defensor versátil, pero con mucho por pulir y mejorar en el terreno técnico, más aún si quiere llevar a cabo una transición con éxito a posiciones más exteriores y acordes con su estatura, algo que no parece fácil.