El pasado viernes Greivis Vásquez visitó con los Raptors la que fuera su pista en el inicio de esta temporada, el Sleep Train Arena de Sacramento. En tierras californianas, el armador venezolano aseguró lamentar no haber podido ser de más ayuda a los Kings.
La aventura de Vásquez con los Kings apenas duró 18 partidos en los que el venezolano ciertamente no pudo rendir a su mejor nivel, condicionado por un tobillo, el derecho, del que fue operado en mayo del año pasado. Una lesión de la que no llegó a estar plenamente recuperado durante su corta estancia en Sacramento.
“Estoy un poco decepcionado porque no pude mostrar a los aficionados lo que realmente podía hacer”, aseguraba Vásquez en declaraciones al Sacramento Bee en referencia a su paso por los Kings, “El año pasado, lideré la liga en asistencias totales y estuve jugando a un gran nivel y eso es lo mismo que quería hacer en Sacramento”.
El venezolano reconoce que la recuperación de su lesión de tobillo no fue fácil y que las dificultades que tuvo en la pretemporada, lastraron el inicio de una campaña en la que él esperaba, tal y como había hablado con el técnico de los Kings Michael Malone, ir a más a medida que avanzara la temporada. Pero en los Kings su tiempo se acabó demasiado pronto.
Recuperado y pensando en el futuro
Ahora, ya en Toronto como suplente de Kyle Lowry, Vásquez asegura sentirse mucho mejor físicamente y eso se está notando en su juego. “Desde que empezó la segunda mitad de la temporada, he estado mostrando lo que puedo hacer y mejorando. Los playoffs me van a conceder más tiempo para mostrar lo que puedo hacer”.
Un tiempo que será muy importante para el base caraqueño, que acaba contrato este año, será agente libre restringido, y debe mostrar todo su potencial para tratar de asegurarse un buen acuerdo el próximo verano.
Preguntado por si los Kings podrían ser un futuro destino, Vásquez no lo descarta si hay interés por su parte. Y es que el venezolano no tiene más que buenas palabras para un club en el que, en su breve estancia, trabó una buena relación con el cuerpo técnico y considera que le trataron como “una franquicia de primera clase”.