Varios equipos necesitaron hacer hueco ayer para las incorporaciones llegadas via traspaso y, como consecuencia de ello, fueron varios los jugadores damnificados. Los Pacers despidieron a Orlando Johnson para hacer sitio a Evan Turner y Lavoy Allen y Earl Clark apenas duró unas horas en los Sixers.
La llegada de Turner y Allen a cambio de Danny Granger exigía a los Pacers hacer sitio en su plantilla para dar entrada a los jugadores de los Sixers. El sacrificado no fue otro que el joven escolta Orlando Johnson, cuyo despido era el menos gravoso posible para los de Indiana.
Johnson, de 24 años, estaba en su segunda temporada con el conjunto de Indianápolis y había tomado parte en 38 partidos esta temporada, con unos promedios de 2,4 puntos y 1,3 rebotes en 1,8 minutos de juego.
Por su parte, los Sixers, uno de los equipos más activos en el ‘deadline’, cortaron a Earl Clark apenas unas horas después de haberse hecho con el jugador procedente de los Cleveland Cavaliers para poder dejar su plantilla en el máximo reglamentario de 15 jugadores.
El salario de Clark, 4,3 millones de dólares este año, era elevado, pero eso no ha sido problema para unos Sixers que, al estar por debajo del mínimo salarial exigido a las franquicias, tenían que gastar ese dinero sí o sí. Los Sixers además se quitan de encima el contrato de Clark sin tener que abonar nada por su próxima temporada, que no estaba garantizada.
Más descartes y otros en lista de espera
Otro jugador que también perdió su puesto de forma prematura ayer fue el alero Cartier Martin. El jugador de los Hawks no ha llegado a completar su segundo contrato de 10 días para poder hacer hueco a un Antawn Jamison que tampoco está claro si va a durar mucho en Atlanta.
Danny Ferry, general manager de los del estado de Georgia, dejó claro ayer que la intención de la franquicia sería probar durante unos días al veterano ala-pívot para evaluar si puede ayudar al equipo o no y adoptar entonces una decisión sobre su continuidad en la franquicia.
Hay que recordar que todos los jugadores que sean cortados por sus equipos antes del próximo 1 de marzo podrán ser elegibles para playoffs si firman con otro equipo, por lo que es de esperar que en los próximos días, como suele ser tradicional, haya un buen número de despidos en forma de acuerdos de rescisión con aquellos jugadores que no entran en los planes de futuro de sus respectivas franquicias.