Los Spurs no ganan para disgustos. A las bajas ya conocidas de Tiago Splitter, Danny Green y Kawhi Leonard, y los problemas que arrastra en el gemelo Tony Parker, se une ahora una baja importante, la de Manu Ginóbili.
El astro argentino se lesionó ayer tras realizar este espectacular mate en el tercer cuarto del partido Rockets-Spurs.
El jugador ha sido sometido hoy a una resonancia magnética y el resultado ha sido el que nadie quería pero muchos esperaban. Nueva lesión en el mismo sitio: los isquiotibiales de la pierna izquierda. Unos isquiotibiales que ya le hicieron perderse 2 partidos a principios de este mes. Pero ahora, la lesión es más seria y le tendrá apartado de las pistas entre 3 y 4 semanas, según ha comunicado oficialmente su equipo.
Lo mejor para Spurs es que este verano fichó al italiano Marco Belinelli, que puede cubrir bien la baja de Ginóbili, aunque para el equipo es una gran pérdida un jugador que representa como pocos el espírutu de los Spurs de Gregg Popovich y que a sus 36 años atesora liderazgo, decisión, experiencia y calidad. Un Ginóbili que en esta temporada, con tiempo limitado en cancha, está promediando 12,1 puntos y 4,5 asistencias.
La frustración de Popovich
Lo cierto es que la situación para los Spurs, a los que les va a venir muy bien el parón del All-Star, no es nada buena por lo que respecta a la enfermería. Por ello, no es de extrañar el aire hasta cierto punto resignado de Popovich, que ha señalado al San Antonio Express-News: "¿Qué puedo decirte... es frustrante, pero no sé qué podemos hacer".
En este sentido, el técnico de los Spurs ha abogado por que la plantilla de un paso al frente y se una para mantener una buena línea de juego y resultados con los jugadores que están sanos. No le queda otra a San Antonio.