Portland Trail Blazers e Indiana Pacers no tienen freno. Son, sin duda, los equipos de moda en la NBA. Eso sí, no parece que la suya sea una moda pasajera.
Portland arrasó en Dallas 24 horas después de ganar en San Antonio y se encarama al primer puesto del Oeste con un balance de 31-9, el mismo que el de Spurs y ligeramente superior al de OKC. Los Blazers ganaron por 16 puntos en Dallas pero a 10 minutos del final vencían por 38. Un auténtico repaso liderado por LaMarcus Aldridge y Nicolas Batum.
Mientras, Indiana siempre llevó el peso del juego y el dominio del marcador ante unos Clippers que quedaron atrapados en las redes defensivas locales. Victoria cómoda con Paul George en 36 puntos y partidazo de Lance Stephenson.
Ahora mismo, Portland lidera la Conferencia Oeste e Indiana Pacers, la Este.
Además, triunfos incontestables desde la defensa de Minnesota y Chicago ante Jazz y Sixers.
Dallas 111 Portland 127
Dallas sufrió esta noche la peor derrota en su casa de la temporada, pero pudo ser mucho peor. Al fin y al cabo, nada son 16 puntos de desventaja cuando 10 minutos antes de acabar el partido uno pierde por 38. Y eso sucedió ante Portland.
Baño de baloncesto, y de los buenos, de Portland por tierras texanas. En 24 horas, triunfos en San Antonio y Dallas. El de Dallas, sobrándose a lo grande. Los Blazers metieron más puntos al descanso -71- que los Mavericks en los 3 primeros cuartos -70- y finalizaron esos 3 primeros cuartos con un 70-104 en el marcador que llegó a ampliarse en la continuación hasta 38 puntos de ventaja cuando restaban 9:43 para el final. A partir de ahí, relajación salvaje de una suplencia visitante que fue un desastre y maquillaje a lo bestia del marcador por parte del equipo local. Pero el partido se resume en una palabra: paliza.
En esa paliza, resultó fundamental el excelente primer cuarto de Nico Batum, el gran partido de LaMarcus Aldridge, muy bien apoyado en la pintura por Robin Lopez, la extrema facilidad para hacer baloncesto del quinteto inicial de Portland y el juego ágil generado por Damian Lillard.
Portland, que no tuvo uno de sus días más felices desde el triple sin estar mal, metió 60 puntos en la pintura y 31 al contraataque, anotó el 51% de sus tiros lanzando 90 veces y arrasó en el rebote. Lo suyo fue un auténtico paseo ante un equipo desmembrado. Un abuso.
La quinta victoria consecutiva de Portland llegó con 30 puntos y 12 rebotes de Aldridge y 21 y 7 de Batum, que metió 15 tantos en el primer cuarto. Además, 16 puntos y 12 rebotes de Robin Lopez y 14 tantos y 10 asistencias de Lillard. El equipo fue una máquina perfecta.
En Dallas, 18 puntos de Dirk Nowitzki en 22 minutos y 15 de Monta Ellis en 23. José Manuel Calderón, tocado físicamente, sumó 5 tantos y 3 pases de canasta en 20 minutos y jugó el ya recuperado Devin Harris, que estuvo 17 minutos en pista.
Indiana 106 L.A. Clippers 92
Prácticamente inexpugnables en casa. Estos Pacers acumulan ya un 21-1 en su pabellón para un 32-7 global. Ni siquiera equipos potentes del Oeste, como Clippers, les osan toser en Indianápolis. Anoche, al menos, Clippers fue un pelele en manos locales.
El partido ya empezó de forma 'heavy' cuando Roy Hibbert plantó 5 tapones a los rivales en los primeros 8 minutos del choque. Y el primer cuarto ya fue un compendio de lo que Pacers podía dar de sí. Gran defensa, brillantez ofensiva de George (12 puntos en el primer acto), que cerró el cuarto con una gran canasta sobre la bocina, intimidación defensiva de Hibbert y 27-18 en el marcador.
Peor lo peor para Clippers llegó en la continuación. Porque entre unas cosas y otras los Pacers hicieron un parcial de 23-3 para ponerse con 18 de ventaja mediado el segundo cuarto. Los angelinos no sabían por donde hincar el diente a la defensa local. Se les veía perdidos en la pista. Y desesperados.
Al descanso, 57-41 para Indiana con incidente al sonar la bocina. Innecesaria agresividad de David West con Blake Griffin, que aguantó la provocación. Y West, expulsado del partido, por lo que inició el tercer cuarto en el cinco inicial un Luis Scola que sin West jugó menos de lo habitual porque se cargó de faltas y no vio pista en la recta final del encuentro por la claridad del marcador.
Sin West y con los problemas de faltas de Scola, Indiana se resintió algo. Los Clippers se agarraron al partido, tiraron sobre todo de su poderío interior y del poder ofensivo de Jamal Crawford y se plantaron en el inicio del último cuarto sólo 10 puntos abajo: 78-68. Había partido. O eso, al menos, es lo que creíamos casi todos... porque, en realidad, no lo había.
Indiana pegó otro hachazo y a 8 minutos del final ya ganaba por 19. No hubo emoción. Triunfo local con Paul George anotando 36 puntos con porcentajes espectaculares, incluido un 5 de 6 desde el triple, y haciendo un mate fascinante en el último cuarto con giro de 360 grados. También espectacular el partido de Lance Stephenson -22 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias-. Bien Hibbert atrás y buenas aportaciones desde el banquillo de Danny Granger y C.J. Watson. Scola, mientras, acabó con 8 puntos y 4 rebotes en 15 minutos.
Los Clippers, desafortunados en el tiro exterior, tuvieron a Crawford con 22 puntos, pero un 7 de 18 en el tiro, a Griffin con 19 tantos y 8 rebotes, pero un 6 de 18 y a DeAndre Jordan haciendo 12 puntos y 17 rebotes. J.J. Redick, ejemplo de la mala noche en el lanzamiento, hizo un 4 de 17 que incluyó un 0 de 7 desde el triple. Segunda derrota de Clippers sin Chris Paul.
Minnesota 98 Utah 72
Está claro que Minnesota o gana por paliza o no gana. Nueva demostración de ello esta noche ante los Jazz. Partido sin tensión en el que los locales arrasaron a los visitantes, que ofrecieron una ofensiva simplemente lamentable.
La primera parte acabó 51-23, un resultado que lo dice todo. Y Utah finalizó el tercer cuarto con solo 45 puntos, un 23% en el tiro de campo y 34 puntos de déficit ante el rival: 79-45. La debacle visitante fue mayúscula.
Los Wolves, que siguen sin acceder al 50% de victorias (19-21), anotaron 50 puntos en la pintura por 18 de su rival, capturaron 60 rebotes ante la mala puntería del contrincante y se permitieron el lujo de fallar 14 tiros libres.
Paseo triunfal en la pintura de Nikola Pekovic -27 puntos y 14 rebotes- y Kevin Love -18 tantos, 13 rebotes y 5 asistencias-. Ninguno de ellos llegó a jugar 30 minutos. Y exhibición exterior de Kevin Martin con 20 tantos en 25 minutos. Esta vez, Ricky Rubio (6 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias en 26 minutos) estuvo mejor que J.J. Barea (3 tantos, 3 rebotes y 2 pases de canasta). Pero la noche fue tranquila, porque se trató de un paseo triunfal de los chicos de Rick Adelman.
Los Jazz acabaron con un 28,8% en el tiro, sumaron 12 asistencias y solo tuvieron a Alec Burks con un mínimo de carburante ofensivo. Totalizó 18 puntos. El resto fue un verdadero desastre.
Chicago 103 Philadelphia 78
Si el ataque de Utah Jazz fue un desastre, no le fue a la zaga el de Philadelphia 76ers, equipo que no pudo en ningún momento con el entramado defensivo de Chicago Bulls, un clásico del buen trabajo en la retaguardia.
Victoria fácil para los Bulls tras un gran segundo cuarto en el que dejaron al rival en 12 puntos para presentarse en el intermedio con 20 de ventaja: 51-31. Pero es que, además, esos 20 se convirtieron en un +27 al final del tercer período.
Gran partido defensivo local con manifiesta superioridad que cobró forma a partir del juego interior de Chicabo, con Joakim Noah en 21 puntos, 16 rebotes y 4 tapones y Carlos Boozer en 15 tantos y 13 rebotes. Además, otro gran partido del base D.J. Augustin, autor de 19 tantos, 8 asistencias y un 70% en el tiro de campo. Augustin, además, resultó capital en el decisivo segundo cuarto al aportar 9 puntos y 7 asistencias en ese crucial momento.
Los Sixers fueron una calamidad. Con Evan Turner y Spencer Hawes aportando más bien poco y el novato Michael Carter-Williams abusando mal del tiro con un 5 de 22. El máximo anotador visitante, Thaddeus Young, solo hizo 12 puntos con una mala serie en el lanzamiento y el equipo acabó con un 35% en el tiro, un horripilante 2 de 19 en el triple y forzando solo 12 tiros libres.