Extraño partido el que se vivió anoche en el Verizon Center de Washington. Se enfrentaban Wizards y Rockets, pero hubo un invitado inesperado, la lluvia. Las goteras del pabellón de la capital federal obligaron a interrumpir el partido por largo tiempo hasta en 2 ocasiones.
Llovía en Washington, pero eso, en principio, quedaba de puertas afuera del pabellón teóricamente cubierto en el que se disputaba el partido: Decimos teóricamente porque al poco de iniciarse el segundo cuarto los árbitros se vieron obligados a parar el partido ante la notable cantidad de agua que caía desde el techo del estadio inaugurado hace 16 años.
Se vivieron escenas poco comunes. Varios operarios se afanaban en situar cubos y toallas en el lado de la pista más cercano a la mesa de anotadores para evitar que la pista se empapara, mientras a otros se les podía ver pasear por los pasillos de servicio del techo del Verizon Center buscando el origen de las filtraciones.
Mientras, Dwight Howard jugaba en uno contra uno contra la mascota local y varios niños del público para matar el tiempo y entretener a la grada.
Tras un parón de 35 minutos, el encuentro se reanudó, pero los problemas reaparecieron nada más iniciarse la segunda parte, amenazando con obligar a suspender el partido.
Afortunadamente, no fue necesario y tras otros 22 minutos más de pausa, los responsables del mantenimiento del Verizon Center lograron tapar las goteras provisionalmente con una lona y el partido pudo continuar hasta su conclusión, 3 horas y 18 minutos después de su inicio. Ganaron los Rockets.
Imágenes del primero de los parones que sufrió el Wizards-Rockets por las goteras.