La crisis de resultados del millonario proyecto de Brooklyn Nets parece haberse cobrado ya su primera víctima. Se trata de Lawrence Frank, principal asistente hasta ahora de Jason Kidd en el banquillo, y al que ya no veremos sentado en él durante los partidos a partir de ahora.
Kidd ha decidido apartar a Frank de sus actuales responsabilidades y asignarle otras tareas fuera de las pistas, de modo que el que fuera entrenador de Kidd cuando éste jugaba en los Nets no estará con el resto del cuerpo técnico ni en los partidos ni en los entrenamientos.
El trabajo de Frank a partir de ahora será el de elaborar diariamente informes técnicos sobre el equipo, una labor menor e impropia del que es uno de los asistentes mejor pagados de toda la NBA tras firmar este verano un contrato por 6 temporadas y un total de cerca de 6 millones de dólares.
Los Nets apostaron por el experimentado Frank para guiar la abrupta transición de Kidd desde la pista a los banquillos y responsabilizarse de los esquemas defensivos del equipo, pero la apuesta parece haber fallado por la falta de entendimiento entre Kidd y su antiguo entrenador, el exceso de protagonismo de Frank, y los malos resultados obtenidos por el equipo.
Desencuentros entre Kidd y Frank
Kidd ha asumido toda la responsabilidad en la decisión tomada y ha asegurado que los motivos de la reasignación de tareas a Frank son estrictamente profesionales. “Se trata simplemente de diferentes filosofías. Eso es todo”, ha dicho el técnico. Diversos medios apuntan también al supuesto malestar que existía entre el resto de técnicos del equipo por el hecho de que Frank estuviera asignándoles tareas, una labor que se supone exclusiva del entrenador jefe.
Esa asunción de tareas que en principio no le correspondían habría molestado también al propio Kidd, e incluso a los jugadores del equipo, del mismo modo que Frank se habría sentido molesto cuando otro asistente, Joe Prunty, y no él, fue el elegido para dirigir al equipo durante los 2 primeros partidos de temporada, en los que Kidd no pudo estar en el banquillo tras haber sido suspendido por la liga.
Todas estas circunstancias habrían contribuido a deteriorar la relación entre el entrenador de los Nets y su principal asistente, quienes habrían llegado a tener algún que otro enfrentamiento dialéctico en reuniones internas del equipo.
Ahora, habrá que ver cómo afecta al equipo este cambio que parece poner fin a las rumoreadas disputas en el seno del cuerpo técnico. Lo cierto es que los Nets, con un récord hasta ahora de 5-13, no pueden permitirse más distracciones y deberían enderezar su trayectoria si no quieren verse en el mes de abril fuera de la fase final.