Los Knicks están en una seria crisis de resultados en este inicio de temporada tras perder en 8 de sus 11 partidos y ceder en los últimos 6 que han disputado en el Madison Square Garden, lo que hace que la figura de su entrenador, Mike Woodson, pueda estar en la cuerda floja a pesar de que desde la franquicia se insista en que no es así.
En ese complicado y frágil marco, Ken Berger desliza en CBS Sports la figura de uno de los entrenadores con más prestigio de Estados Unidos, John Calipari, que desde 2009 dirige a la Universidad de Kentucky, con la que fue campeón de la NCAA en 2012, y que entrenó a la selección dominicana en el pasado cercano.
La posible vinculación de Calipari con los Knicks va más allá de la simple historia deportiva. Berger nos traza un entramado de intereses que está por encima de la pista. Habla de la poderosa Creative Artist Agency (CAA), una agencia de representación que cada vez tiene una mayor cuota de poder en el equipo neoyorquino. No en vano, entre sus representados están Carmelo Anthony, J.R. Smith o Andrea Bargnani, pero también el asistente del general manager y ex jugador, Allan Houston, y otros integrantes de la estructura del equipo, incluido el propio entrenador actual, Mike Woodson, y el posible 'futurible', John Calipari.
Eso sí, de llegar Calipari a los Knicks lo haría el próximo verano, toda vez que no dejaría su compromiso con Kentucky una vez iniciada ya la temporada universitaria.
Una notable trayectoria
Calipari, de 54 años, cobra actualmente en Kentucky 5,5 millones de dólares anuales más bonus y, de llegar a los Knicks, CAA intentaría que su ficha no bajase de los 8 millones de dólares.
Su trayectoria le avala. Ha sido entrenador jefe de las universidades de Massachusetts (UMass), Memphis -alcanzando la final de la NCAA con Derrick Rose- y Kentucky, obteniendo el título. Su balance universitario le sitúa con victorias en más del 75% de los partidos que ha dirigido. Además, en la NBA ejerció como entrenador jefe en New Jersey Nets y como asistente en los Sixers.
Según dice Berger que le ha contado un ejecutivo, de recalar en los Knicks Calipari exigiría un control pleno sobre la plantilla para poder trabajar sin cortapisas.