Al final, el héroe fue Steve Blake. El Rockets-Lakers, tan aireado por ser el primer enfrentamiento de Dwight Howard ante su ex equipo, lo decidió Blake con un triple anotado a 1,3 segundos del final. Howard había convertido la noche en una pesadilla para Pau Gasol, que hizo uno de los peores partidos que se le recuerda, pero se olvidó de que el baloncesto es un deporte colectivo. El resultado: los exteriores camparon a sus anchas por el Toyota Center durante todo el partido.
De nada le sirvió a Houston el enorme rendimiento de James Harden, ni la vuelta a la titularidad de un Patrick Beverley tan desastroso como Gasol. No fue la noche de los hispanos, ya que el local Francisco García tampoco tuvo su día.
Mientras, Mike D'Antoni se aplicó con fruicción en el tan cacareado 'hack-a.Howard' y no le salió mal.
Houston 98 L.A. Lakers 99
No es ninguna tontería eso de ser cocinero antes que fraile. También se dice que haber sufrido en tus carnes una mala experiencia sirve para el futuro. Esto último parece ir con Mike D'Antoni, pero no con Dwight Howard. Porque el técnico de los Lakers no tuvo inconveniente alguno en aplicar con Howard la misma medicina que le aplicaban los rivales cuando jugaba en Lakers: llevarle a la línea de personal para que sufriera. Y así fue.
Howard hizo un buen partido en líneas generales. Logró 15 puntos y capturó 14 rebotes. Pero sobre todo completó una extraordinaria labor defensiva ante un impotente Pau Gasol, que nunca pudo con el físico de su par. Esa fue, en realidad, su cruzada personal, lo que le hizo olvidar muchas veces las ayudas defensivas. Pero lo peor fue verle en la línea de castigo: ¡5 de 16 en tiros libres!. Una cadena de errores que fue fustigando a los suyos.
El partido había comenzado con una notable exhibición de los Lakers. Mientras Howard paraba en seco a un ruinoso Gasol, los exteriores del equipo californiano hacían lo que querían. Al final del primer cuarto, un estruendoso 19-36 que dejaba en muy mal lugar al equipo de Kevin McHale, cuya defensa ya había encajado 137 puntos ante el otro equipo angelino, los Clippers.
El segundo cuarto sirvió para detener la sangría, pero no para remontar. Pau anotaba su primera y única canasta en juego al filo del descanso y los Lakers se iban a vestuarios con un 50-64 tras anotar 11 triples de 14 intentos. Una pasada auténtica.
La reanudación sirvió para ver otros Rockets. Muchísimo más agresivos, aupados por una grada que se encendía, guiados por un James Harden que empezaba a ejercer de estrella... los Rockets remontaron. Fue entonces cuando los Lakers parecían andar contra las cuerdas, parecían arrojar la toalla, pero no fue así. Aguantaron vivos hasta el final a base de juego de equipo, se sostuvieron sobre las cuerdas para no caer sobre la lona no se sabe cómo. Y llegado el momento decisivo, Howard falló tiros libres importantes mientras Jodie Meeks y, sobre todo, Steve Blake acertaban con 2 triples capitales.
Victoria de Lakers que venía de recibir 2 soberanas palizas como visitante ante Warriors y Mavericks. Victoria con 54 puntos de los suplentes, entre los que destacaron los 18 puntos con 5 triples de Jodie Meeks y los 16 de Wesley Johnson. Buen trabajo del dúo Steve Blake-Steve Nash, éste muy mejorado, notable labor en el rebote y 16 triples anotados. Y es que los Lakers ganaron pese a perder 24 balones y tener a Gasol con 2 puntos y un 1 de 10 en el tiro. Al menos, capturó 12 rebotes.
En Houston, inconmensurable Harden con 35 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos y buenas aportaciones del citado Howard, Jeremy Lin y Chandler Parsons, que se marcó algunos mates espectaculares. Pero Houston cayó contra pronóstico. Francisco García, como Gasol, no tuvo su día y solo anotó 2 puntos tras fallar sus 5 intentos triples. Mientras, los Lakers están con un muy meritorio 3-3 teniendo en cuenta el nivel de los rivales a los que se han enfrentado.