El primer triple-doble de la temporada 2013-2014 llegó anoche acompañado de polémica. El protagonista, el francés Nicolas Batum.
Se jugaba el partido Blazers-Spurs y el encuentro estaba ya totalmente decidido. Ganaba Portland 112-105 y el balón final era para el equipo del estado de Oregón. Damian Lillard cedió el balón a Batum en su propio terreno y éste lo subió sin oposición, ya que los jugadores de San Antonio no defendieron la jugada esperando que, como es habitual en la NBA, el equipo atacante renunciara a la ofensiva, pero no fue así. Ni corto ni perezoso, y sin oposición alguna, Batum lanzó sobre la bocina un triple estratosférico desde 10 metros que entró limpio.
Esa canasta valía el primer triple-doble de la temporada, ya que hacía que el internacional galo sumase 11 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias. Lo lograba ante los rostros de incomprensión de algunos rivales y un gesto mínimo de desaprobación de Tim Duncan cuando Batum armaba el tiro.
El arrepentimiento de Batum
Ante las críticas recibidas al finalizar el partido, Batum reconoció no sentirse orgulloso por el tercer triple-doble de su carrera, aunque también quiso dejar claro que su actuación "no implica una falta de respeto hacia el otro equipo".
Lo cierto es que su gesto no fue nada elegante y está siendo criticado por más de un medio de comunicación estadounidense.
Eso sí, su extraño triple-doble no llega ni de lejos al triple-doble 'interruptus' más vergonzoso de la historia de la NBA, que fue el 'logrado' por Ricky Davis a principios de siglo tras lanzar sobre su canasta para capturar el balón y así sumar su décimo rebote, el que le daba el triple-doble, un acto que fue ampliamente censurado en su día y que dio mucho de sí en el terreno del humor. Llegó la cosa a tal extremo... que David Stern decidió anular el rebote y con elllo el logro de Davis.