Los Cavs parecen haber tenido más suerte que los Sixers con Andrew Bynum. Para empezar, ya tuvieron más tino al garantizar sólo una parte del contrato que le firmaron este verano, nada que ver con los 16,5 millones que percibió la pasada campaña por no jugar un solo minuto con Philadelphia.
Bynum llegó a los Cavaliers y no pudo afrontar la pretemporada. Sin embargo, anoche, sorprendentemente saltó a la cancha en el primer partido de su nuevo equipo en el curso 2013-2014.
Habían transcurrido 8 minutos de juego del Cavs-Nets cuando Bynum ingresó en la pista envuelto por la atronadora ovación de la grada. Y su arranque baloncestístico tras 17 meses sin jugar sorprendió a todos. Estuvo activo en el rebote, no rehuyó el contacto, le puso un taponazo a Deron Williams... La verdad es que no se le vio mal para tan prolongada ausencia. Y acabó el partido con 3 puntos, 3 rebotes, 2 tapones y 2 asistencias. Grandes números si se tiene en cuenta que sólo jugó 8 minutos. Un logro. Porque casi nadie esperaba verle vestido de corto tan pronto sin haber jugado partidos preparatorios.
El último partido que había disputado se jugó el 21 de mayo de 2012. Fue un choque de playoffs entre su entonces equipo, Lakers, contra Thunder. Desde entonces, el de Nueva Jersey estuvo atado por sus rodillas, su mala cabeza, su escaso compromiso y sus veleidades que bien caras le salieron tanto a él como a Philadelphia.
Ahora, habrá que ver si a los 26 años puede remontar el vuelo un jugador que llegó a promediar 18,7 puntos y 11,8 rebotes con los Lakers.