El nuevo entrenador de los Clippers de Los Ángeles, Doc Rivers, quiere imprimir carácter a su equipo y tratar de ponerlo a la misma altura que los Lakers. Para ello, quiere que la pista que comparten, el Staples Center, sea más suya, eliminando los símbolos de sus vecinos en los partidos que jueguen como local.
De las paredes del pabellón que comparten Lakers y Clippers cuelgan habitualmente los estandartes de campeón de los primeros -12, puesto que los 5 títulos obtenidos cuando la franquicia estaba en Mineápolis se resumen en uno solo- y las 9 camisetas de jugadores retiradas por la franquicia, más la que homenajea al locutor Chick Hearn y un último estandarte con los jugadores cuyos números fueron retirados cuando la franquicia jugaba en Minnesota.
Frente a tal despliegue, los Clippers no pueden oponer nada, puesto que la franquicia nunca ha ganado un título -ni siquiera ha alcanzado una final- y en sus 35 años de historia, ninguno de sus jugadores parece haber hecho méritos suficientes para que la franquicia haya decidido retirar su camiseta.
Pero Rivers no quiere que esa diferencia acompleje a los suyos, ni que el estadio que comparten parezca la pista de los Lakers incluso en los partidos que los Clippers disputan como locales. Para ello, ha decidido ocultar los símbolos de los Lakers en todos los encuentros de la temporada en los que los Clippers ejerzan de anfitriones y poner en su lugar las camisetas de algunos de sus jugadores como Blake Griffin, Chris Paul y DeAndre Jordan, entre otros.
“Creo que ésta es nuestra pista cuando jugamos. Así que he pensado que sería bueno que mostremos a nuestros jugadores”, ha dicho Rivers, quien ha remarcado que en ningún caso quiere que se piense en ello como un acto de falta de respeto a los rivales homenajeados, sino como la reivindicación del Staples como pista también de los Clippers, un conjunto que quiere empezar a tratar de tú a tú a su poderoso vecino.