Se acabó el culebrón de los Sixers. El equipo de Filadelfia tiene por fin entrenador tras una larguísima espera. Se pone fin así a una situación atípica en la que un equipo de la NBA no tenía aún entrenador jefe cuando ya estábamos a mediados de agosto.
El elegido es Brett Brown, que llevaba trabajando desde 2002 en San Antonio Spurs y desde 2006 como técnico asistente de Gregg Popovich. Se convierte así Brown en el segundo integrante del cuerpo técnico de Popovich que da el salto al puesto de entrenador jefe en la NBA. Antes lo logró, este mismo verano, Mike Budenholzer, que fichó por Atlanta Hawks.
Brown, de 52 años, llega a un equipo herido tras el desastre que supuso la operación que acabó con el fichaje de un lesionado Andrew Bynum que ni siquiera llegó a vestir la elástica de los Sixers.
Se trata de un entrenador con amplia experiencia internacional ligada a la selección de Australia, país del que es originario su esposa. Fue ayudante del seleccionador australiano durante años y se convirtió en entrenador jefe del combinado nacional en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El nuevo técnico, cuyo contrato es por 4 temporadas, según avanza Sport Illustrated, toma el relevo de Doug Collins, que tras 3 años al frente del equipo abandonó el barco cuando estaba en plena deriva por las decisiones de sus directivos.
Brett Brown se convierte en el octavo entrenador de Philadelphia en la última década, lo que no habla excesivamente bien de la franquicia.