Era un sí o sí. Trevor Ariza ejercitó ayer de forma oficial su opción para seguir un año más en los Washington Wizards, su último año de contrato. Una decisión que el jugador ya había anticipado hace tiempo consciente de que su valor en el mercado ha decrecido.
Ariza cobrará el próximo año 7,7 millones de dólares, un salario que tanto él como su agente saben que no podrían lograr ni de cerca si el jugador se convirtiera en agente libre este verano. Así pues, agotará su actual contrato y será agente libre el próximo verano.
La temporada 2013-14 será la última del lucrativo contrato que los Houston Rockets firmaron en su día al alero de origen dominicano (5 años y más de 33 millones de dólares) tras su prometedor desempeño en los Lakers. Un contrato que pronto se descubrió como una apuesta fallida dado el irregular rendimiento del jugador.
Desde entonces, el contrato de Ariza ha sido uno de esos que quema en las manos de cualquier directivo de la NBA. Prueba de ello es que los Rockets se desprendieron de él tras sólo una temporada en el equipo enviándolo a los Hornets. La franquicia de Nueva Orleans tampoco dejó pasar la oportunidad el pasado verano de desembarazarse del acuerdo y endosárselo a los Wizards poco antes del draft.
En la recién finalizada campaña, Ariza, que pasó por diferentes problemas físicos, disputó 56 partidos de temporada regular en los que promedió 9,5 puntos y 4,8 rebotes en 26 minutos de juego, sus peores números desde que abandonara los Lakers.