Portland Trail Blazers podría tener que afrontar este verano la resolución del descontento de su principal estrella, el ala-pívot LaMarcus Aldridge. El jugador no parece estar contento ni con la ciudad ni con el actual estatus de su equipo y desearía ser traspasado a otra franquicia.
Eso es al menos lo que asegura el diario local Oregonian que, eso sí, distingue claramente entre lo que parecen los deseos del jugador y las intenciones que pueda tener la franquicia y su general manager, Neil Olshey, respecto a él y es que los Blazers no parecen tener en sus planes a corto plazo traspasar el jugador, aunque todo pueda ocurrir.
Aldridge, que esta temporada ha promediado 21,1 puntos y 9,1 rebotes y ha sido 2 veces All-Star a lo largo de su carrera, parece que encuentra Portland pequeña y aburrida. Además, tras 7 años en la NBA, desea estar en un equipo con aspiraciones y no en una franquicia en pleno proceso de reconstrucción tras el descalabro en sus planes que supuso la práctica retirada por sus graves lesiones de Brandon Roy y Greg Oden, destinados junto a Aldridge a hacer grande al equipo.
El jugador no ha renovado en el último año sus acuerdos de esponsorización con patrocinadores locales de Portland, lo que se podría interpretar como una preparación de su salida del equipo, aunque el jugador ha negado que exista esa relación.
A Aldridge le restan 2 temporadas de contrato y si los Trail Blazers no le traspasan este verano, podrían hacerlo la próxima temporada ante el peligro de que el jugador se convierta en agente libre y se vaya a otro equipo sin que la franquicia reciba compensación alguna.
Tampoco sería descartable que supiéramos de su traspaso en próximas fechas. Neil Olshey lo ha dejado claro “no voy a hacer ninguna llamada para traspasarle, pero si el teléfono suena para hacer mejor al equipo…”.