Tras una lucha feroz durante 7 partidos y especialmente feroz en los 2 últimos, Miami Heat se proclamó campeón de la NBA tras derrotar a San Antonio en el último y definitivo partido. Con LeBron James como líder indiscutible, los de Florida revalidaron su título.
Fue un partido tenso y muy igualado el que se vivió en el AmericanAirlines Arena, pero llegado el momento de decidir, a los texanos pareció pesarles el final, no tanto éste como el de su anterior partido, en el que tuvieron el anillo tan cerca. No acertaron a resolver, tampoco un Manu Ginóbili que tuvo errores decisivos, y Miami supo mantener la sangre fría para sentenciar el encuentro. LeBron James fue elegido como MVP.
Miami 95 San Antonio 88 (4-3)
La primera parte del partido decisivo de estas finales se movió continuamente en guarismos igualados. Los Spurs salieron con fuerza, conscientes de que una salida en frío sería irrecuperable, en tanto que los Heat salieron poco entonados y sólo fueron capaces de anotar 4 puntos en los primeros 5 minutos. Pero, aunque los texanos llevaron la iniciativa en los primeros minutos, no abrieron hueco, como no lo acabaría haciendo ninguno de los 2 equipos hasta el final del partido.
Desde el principio del partido decisivo de estas emocionantes Finales de la NBA se vio que unos jugadores estaban más dentro del encuentro que otros. En Miami, LeBron James, que recuperó su tradicional cinta en la cabeza, y Dwyane Wade llevaban la iniciativa, aunque al primero le costó un poco entrar en la dinámica anotadora.
Mientras, Chris Bosh no aparecía en ataque, ni lo haría en todo el partido. Terminó con 0 puntos en un partido desolador en lo individual para el ala-pívot y se unió en la lista de 'bajas' de los locales a Ray Allen y Mike Miller. Entre los 3 terminarían sumando un 0 de 14 en el tiro.
Por parte de San Antonio, Tim Duncan y Kawhi Leonard mostraron desde el inicio la mejor actitud y acierto en ambos lados de la pista. También a Manu se le vio salir con agresividad y ganas, aunque le faltó el acierto en los instantes finales. Por el contrario, Danny Green, al que Miami negó las posiciones claras de tiro en las que se siente cómodo, y Gary Neal fueron un lastre en la ofensiva texana. Sólo 1 de sus 12 intentos acertó el primero y 2 de 7 hizo el segundo.
Así las cosas, el marcador se fue moviendo poco a poco sin que ningún equipo pudiera dominarlo. En Miami, LeBron y Wade sólo encontraron la ayuda de un Shane Battier letal desde el triple, 6 de 8, y un Mario Chalmers negado en esa distancia, 1 de 7, pero que aportó en las cercanías de canasta. Entre los 4, terminarían sumando 92 de los 95 puntos del equipo. Los otros 3 fueron de un Chris Andersen que hizo una muy buena labor en el encuentro.
Al descanso se llegó con un cerrado 46-44 en el marcador, con el cuarteto mencionado liderando a Miami y el Manu, Duncan y Tony Parker, apoyados por Leonard, al frente de los visitantes.
El tercer cuarto mantuvo parámetros similares, con LeBron, que terminaría con 37 puntos y 12 rebotes, adquiriendo cada vez mayor preponderancia en el ataque de Miami. La estrella de los Heat aprovechó la distancia que le daban sus defensores, con el fin de dificultar sus entradas hacia la pintura, para bombardear a los Spurs desde la larga distancia y sumar 5 triples.
Entre tanto, San Antonio empezaba a perder a uno de sus pilares, una pérdida que pesó al equipo en la segunda mitad. Y es que Tony Parker no anotó un solo punto en toda la segunda parte y tan solo repartió una asistencia. Pese a la desaparición del francés y a que Green seguía negado en ataque, los Spurs lograron sobrevivir e incluso se hubieran ido con ventaja al final del tercer cuarto de no mediar un triple lejano de Chalmers sobre la bocina y contra tabla.
El último periodo empezó ya con problemas para los visitantes que perdieron 5 balones en los primeros minutos del cuarto y cedieron definitivamente la iniciativa en el marcador al rival, una iniciativa que ya no recuperarían. Aun así la distancia era mínima, no llegó a superar los 6 puntos, y un triple de Leonard situó a los Spurs a sólo 2 puntos (90-88) con 2 minutos por jugar.
A partir de ahí, se sucedieron los fallos por parte de ambos equipos hasta que, a 50 segundos del final, Duncan, que firmó 24 puntos y 12 rebotes, erró un gancho que buscaba el empate y el posterior palmeo sobre su propio fallo. Fue el principio del fin. En la siguiente posesión, LeBron, quien si no, anotó una suspensión desde casi 6 metros que prácticamente sentenció el encuentro.
Las pocas posibilidades que les restaban a los Spurs se esfumaron en 2 errores de Manu Ginóbili, que finalizó el encuentro con 18 puntos. Primero, perdiendo un balón en un mal pase y luego, cuando LeBron ya había aumentado a 6 la distancia desde el tiro libre, errando un triple lanzado con urgencia que ni siquiera tocó aro.
A continuación Wade erró el segundo de sus tiros libres, pero el rebote fue para Miami que agotó ya la posesión para proclamarse campeón. Un triunfo justo, como lo hubiera sido el de los Spurs, en una emocionante final que tuvo en vilo a los aficionados hasta el último momento. Un resultado que probablemente ponga fin a una época gloriosa en los Spurs y tal vez dé paso al reinado de los Heat, al reinado de LeBron, que volvió a ser elegido como MVP de las finales.